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JUAN MESTRE/EFE El comité organizador del PP va a trasladar al comité de conflictos del partido un informe de la gerente de la formación popular sobre unos listados de compromisarios que fueron remitidos por fax al Fogaiba, una empresa pública dependiente de la Conselleria d'Agricultura.

Desde el PP se tienen serias sospechas de que estos listados fueron enviados desde la misma sede del PP a un militante popular que trabaja en Fogaiba y que apoya a Delgado. El hallazgo de esta difusión de datos desde la sede hasta Fogaiba se localizó por casualidad y la gerente del PP decidió hacer un informe. Precisamente, el comité organizador del congreso tiene previsto analizar hoy este asunto y remitirlo al comité de conflictos del partido.

Dicho comité también va a intentar aclarar la denuncia contra un militante del PP del Eixample. Se trata de Fernando Santayana, que fue acusado por compañeros de su propio partido de presionarles y coaccionarles para que avalasen a Delgado. Finalmente, los militantes del PP del Eixample presentaron una denuncia explicando los métodos de presión de este compañero.

Por otro lado, la candidatura de Carlos Delgado a la presidencia del PP balear ultima la denuncia que presentará ante un juzgado de lo Civil para que se paralice la celebración del congreso de los populares del 5 de julio ante la actitud de «prepotencia» e «impunidad» del aparato del partido y de la también candidata Rosa Estaràs.

Ayer se terminó de redactar la demanda, que incluye la suspensión de esta convención y hoy o mañana será presentada, según ha explicado Delgado tras haber sido recibido en audiencia por el presidente de Balears, Francesc Antich, para tratar asuntos relacionados con el municipio de Calviá.

La situación, en opinión del alcalde de Calviá, es «preocupante» porque su candidatura se ha visto en la «obligación» de acudir a los tribunales de Justicia.

La postura de Delgado está provocando malestar en el seno del partido. Joan Albertí, miembro del comité organizador del congreso y alcalde de Fornalutx, cree que la postura del primer edil de Calvià «no es nada seria».