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«En 10 años hemos entregado más de 1.000 viviendas plurifamiliares y 250 unifamiliares, teniendo en la actualidad proyectos en desarrollo que suman cerca de 1.000 unidades», señala el Grup Drac en su página web, en la que se presenta ante sus potenciales clientes como una empresa «que apuesta por la modernización y diversificación».

La empresa de Vicenç Grande, efectivamente, aumentó sus activos con la compra masiva de miles de metros cuadrados no edificables, aunque con la posibilidad de que algún día llegaran a serlo. El mapa de la crisis de Grande revela el potencial de un patrimonio "tasado en 1.125 millones de euros" notablemente mermado por las turbulencias de la economía.

Hace muy pocos años atrás, en pleno 'boom' de la construcción y el país sumido en una vorágine de compra de pisos y terrenos, ningún banco habría sido capaz de negarle un crédito al presidente del Grup Drac. Hoy, en plena 'crisis del ladrillo', Grande tendrá enormes dificultades para defender su patrimonio ante el juez Víctor Fernández, que tendrá que pronunciarse sobre el concurso de acreedores presentado por el empresario.

Grande es un insolvente temporal, ya que en estos momentos no puede hacer frente a los créditos firmados con las entidades bancarias, pero será el juez, al analizar sus números, el que determinará si declara, o no, el concurso.

El patrimonio del empresario «es muy importante», según lo admiten todos los expertos, pero se debe cuantificar de acuerdo a la coyuntura actual. Y ahí radican las dudas. Urbanizaciones, agroturismos, 275 pisos a la venta, 'mega' fincas en toda Mallorca, edificios históricos en el centro de Palma, proyectos turísticos y hoteleros de gran magnitud, miles de metros cuadrados en solares edificables, de los que 28.000 metros cuadrados son locales comerciales. Todo ese gigantesco activo está, ahora, en un voluminoso expediente concursal que analiza el juez Víctor Fernández.