El presidente del Govern, Francesc Antich, acompañado por los consellers Manera, Nájera y Moragues, se reunió ayer con los representantes de las principales entidades financieras de las Islas con la finalidad de analizar la actual coyuntura económica balear y sus principales problemas. El conseller Carles Manera, tras la misma, indicó que bancos y cajas de ahorros ven «el panorama con cautela pero sin alarmismos económicos y financieros».
Sin embargo, los temas de fondo son de tal calado, que la reunión duró dos horas, en la cual bancos y cajas no pudieron disimular su preocupación por los últimos acontecimientos vividos en el sector inmobiliario, caso de concurso de acreedores del Grup Drac, que fue calificada por el sector financiero de «impactante», así como el alza de la morosidad y la duración de recesión y desaceleración de la economía balear.
De momento, para evitar crear alarmismos, el Govern pidió ayer de forma oficial a las entidades financieras que «mantengan el riesgo», a fin de que el crédito «siga fluyendo» en las operaciones de mercado, tanto a particulares como empresas, pero, al mismo tiempo, les recomendó que «no lo incrementen» y que no lo asuman en nuevos proyectos inmobiliarios, sino sólo en aquellos que ya se encuentran en marcha. Manera dejó claro que el objetivo «es dar confianza y liquidez al mercado para no estrangular la financiación, al mismo tiempo que dar todas las facilidades financieras al sector turístico para poner en marcha nuevos proyectos».
En su opinión, hay que transmitir que «el riesgo está vivo y, por lo tanto, se puede seguir invirtiendo, para así no dar la sensación más negativa de que se ha cerrado el grifo del crédito, lo cual hay que evitar».
Los bancos y cajas de ahorros, por su parte, no pudieron obviar analizar los efectos del «caso Grande», puesto que temen que el concurso voluntario de acreedores presentado por el Grup Drac, provoque un aumento de la morosidad antes de finales de este mismo año, entre empresas o colectivos profesionales del sector inmobiliario y servicios afectados por este concurso. El conseller Manera apuntó que el nivel de morosidad «es todavía bajo, ya que estamos hablando ante un escenario del 2% de morosidad».
Manera, en relación con este caso, anunció que en los dos últimos, tras la reunión mantenida con bancos y cajas en la Conselleria d'Economia, Hisenda i Innovació, «las dificultades en el sector de la construcción se han acelerado en Balears. Es más, finalizará el ejercicio 2008 con una tasa de actividad negativa respecto a 2007». Sobre poner un horizonte al final de esta recesión, Manera no indicó que «no hay plazos, porque no hay dinamismo en el sector inmobiliario».
El Ejecutivo autonómico quiso ayer dar una imagen de tranquilidad. «De todas las economías regionales, la de Balears es la más solidas de todas», afirmó Manera.
Una de las cuestiones que más sorprendió, fue sin duda el anuncio del Govern de que intermediará entre empresas con dificultades y las entidades financieras, «para alargar los plazos de los pagos».
Las entidades financieras se comprometieron, a petición del Govern, de respaldar con sus créditos los proyectos turísticos que se pongan en marcha, caso de la reconversión integral de la Platja de Palma. El turismo, precisamente, es la tabla de salvación a la que se agarran el Govern y entidades financieras para paliar la actual coyuntura económica en las Islas, aunque las previsiones sobre su evolución son una incógnita.
La portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rosa Estaràs, instó ayer a Antich a comparecer para que explique cuáles son las medidas que piensa adoptar el Ejecutivo balear para paliar la «grave» crisis que sufre el archipiélago.
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