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Los trabajadores del Servicio de Ayuda a Domicilio secundaron ayer la segunda jornada de huelga, convocada por UGT y USO, en protesta por el estancamiento en la negociación del III Convenio Colectivo del Servicio de Ayuda a Domicilio de la Comunitat Autònoma y sin que, hasta la fecha, ni el Govern ni la patronal hayan movido ficha. Como se recordará, este colectivo tiene convocados paros de las 11.30 a las 14.00 horas todos los miércoles de julio y todos los jueves de agosto. Además de la huelga, que afecta a más de 3.000 usuarios, una representación de trabajadores se volvió a concentrar frente al Ajuntament de Palma.

Estos trabajadores que pertenecen a empresas privadas subcontratadas por los ayuntamientos exigen la equiparación salarial con los funcionarios municipales que realizan servicios similares. «¡Igual trabajo, igual salario!» es la reivindicación que defienden. Y denuncian que los ayuntamientos sacan a concurso el servicio por un precio inferior al valor real que a estos les costaría prestarlo.

«No es de recibo que las plantillas que realizan los servicios de ayuda a domicilio subcontratados por las administraciones públicas reciban menos salario que los que empleados por estas administraciones, una diferencia que puede llegar a ser del 30 o 40 por ciento menos», afirmó ayer Manuel Pelarda, delegado de acción sindical de UGT.

Pero, además, anunció Pelarda, «estamos estudiando impugnar los servicios mínimos fijados por Cort el pasado viernes porque consideramos que son ilegales». «Los servicios mínimos -explicó- no han sido negociados, ni dictados por la administración competente, Cort se subroga una competencia que es del Govern, no olvidemos que el convenio colectivo no es de Palma, sino de Balears, por lo que se están vulnerando los derechos constitucionales de los empleados». La competencia, añadió, es del Govern «que, de momento, ni dice ni hace nada».