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La Asociación Balear de la Empresa Familiar (ABEF) que engloba a sesenta empresas de diferentes sectores de las Islas, pidió ayer al Govern que contuviera el gasto público e imitara a las empresas privadas y «a las economías domésticas» que, en momentos de crisis, saben como ajustar el presupuesto. En cualquier caso, dejó claro que no estaba pidiendo que se recortara en política social ni en inversiones.

La contención del gasto público fue una de las propuestas que una representación de esta asociación, encabezada por su presidente, Juan Carlos Rosselló, expuso al president Antich y al conseller d'Economia, Carles Manera, en el marco de las reuniones del Ejecutivo con los representantes de los diferentes sectores económicos para hacer frente a la situación económica.

Rosselló no utilizó subterfugios ni medias tintas para definir la situación. «Es de crisis», dijo. Y añadió que es «una crisis total y absoluta».

En relación al momento en el que se encuentra Balears frente a la crisis, Rosselló afirmó que el archipiélago está en una «mejor» situación que otras comunidades, y sostuvo que se debe, «principalmente», al turismo.

Por sectores, afirmó que el que «peor» lo está pasando es el de la construcción, y añadió que otros sectores se están «defendiendo mejor» ante esta situación «crítica». Según Rosselló «un cinco por ciento de las empresas familiares de Balears están en situación crítica».

Por su parte, la directora de la asociación, Marilena Jover, explicó de que entre las medidas que presentaron destacan la inversión «importante y necesaria» en conocimiento, formación y profesionalización de todos los trabajadores. Economia dijo que el Govern estaba haciendo esfuerzos en la contención del gasto pero que eso no supondría paralizar ningún tipo de inversión. De hecho, la receta del Govern contra la crisis -expuesta en anterior reuniones y también ayer- es fomentar la inversión pública.