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El grupo mallorquín Sol Meliá acaba de dar un paso de gigante en su estrategia de expansión y de excelencia con la apertura del Gran Meliá Palacio de Isora, un hotel resort cinco estrellas lujo situado en la costa sudoeste de Tenerife. Emplazado frente al océano Atlántico, con vistas a la isla de la Gomera y con el majestuoso Teide a su espalda, el hotel conjuga en un solo espacio tres conceptos diferentes: turismo de adultos, vacaciones familiares y viajes de congresos. De ahí que el Gran Meliá Palacio de Isora  tenga como objetivo, en palabras de su director general, Oscar Ramos, «materializar las expectativas del viajero de hoy, que busca experiencias y sensaciones nuevas, recuerdos inolvidables».

En su medio siglo de vida la empresa Sol Meliá ha alcanzado el liderazgo nacional en el sector hotelero y con este nuevo hotel cumple el objetivo de sintonizar una cuidada arquitectura contemporánea con cierto aire colonial, una estética a medio camino entre lo tradicional y la vanguardia y unos servicios al más alto nivel. Para ello han dotado a este hotel de las mas avanzadas tecnologías para garantizar al sostenibilidad y la excelencia.

Rodeado de jardines subtropicales, el imponente edificio, obra del arquitecto Àlvaro Sanz, cuenta con capacidad para 1.200 huéspedes "tendrá 600 empleados" que podrán elegir entre ocho tipos diferentes de habitaciones, desde la demi suite de 50 metros cuadrados hasta las exclusivas villas privadas de 120 metros cuadrados sobre una parcela de 600 metros cuadrados con piscina y comedor exterior privados.

Dentro del hotel el cliente encontrará, además, cinco restaurantes a la carta, con el prestigioso Calima del chef Dani García a la cabeza, un grill, cinco bares, una vinoteca, un completo spa, varias piscinas -la más grande, una infinity pool de 5.000 metros cuadrados con vistas al mar-, 15 salones para congresos y convenciones, además de plazas, terrazas, tiendas y un novedoso servicio para familias con niños.