TW
0

Bajo el lema 'Aturem la masacre del poble palestí' cerca de 4.000 personas, 3.500 según la Policía Nacional y 7.000 según los organizadores, se manifestaron ayer en Palma contra la ofensiva israelí en Gaza. La protesta transcurrió sin incidentes y bajo el grito de 'Viva la lucha del pueblo palestino', alentado la resistencia al ataque israelí en la Franja.

La protesta fue valorada como un éxito de asistencia y un ejemplo de civismo, como apuntó Margalida Capellà, miembro de Taula per Palestina. Con todo, continuarán las concentraciones diarias en la Plaça d'Espanya y, si el conflicto en Gaza continúa y se recrudece, en dos semanas se podría convocar otra manifestación, aseguró Laura Camargo, presidenta de Taula per Palestina.

Nueve agentes del Cuerpo Nacional de Policía y 13 agentes de la Policía Local de Palma vigilaron la seguridad de la marcha y la organización del tráfico.

Los manifestantes se concentraron a las 17.00 en la Plaça d'Espanya desde donde salieron hacia Oms, Ramblas, Unió y Passeig des Born, donde se leyó el manifiesto.

En el manifiesto unitario, firmado por 70 entidades, asociaciones, partidos políticos y sindicatos que secundaron la convocatoria, se exigió «de forma inmediata y urgente el cese de al masascre que padece el pueblo palestino en la franja de Gaza».

«Los colectivos, asociaciones y fuerzas políticas presentes en esta convocatoria manifestamos nuestra solidaridad con Palestina y la demanda de una solución al conflicto basada en el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino».

En el manifiesto se reclamó que Israel ponga fin a la agresión en la franja de Gaza, cese la ocupación en Cisjordania, paralice la construcción del muro y abandone los asentamientos de los colonos.

Asimismo, se reclamó el cumplimiento de de las resoluciones de Naciones Unidas y el respeto de los derechos humanos de la población civil en Gaza.
No faltó una crítica al Gobierno español así como a los representantes de la Unión Europea porque se «hayan limitado a pedir el fin de la violencia sin ejercer las medidas de presión». Otra de las exigencias fue que el Gobierno español «detenga el comercio de armas con Israel» y el boicot a los productos de Israel como medida eficaz de presión.

Fina Santiago, consellera de Afers Socials; Eberhard Grosske, regidor de Benestar Social en Cort; y Aina Rado, vicepresidenta del Parlament; Lila Thomàs, presidenta del Institut Balear de la Dona; José Benedicto, de CCOO; Miquel Angel Llàuger, del Bloc; David Abril, de IU, o Manolo Cámara, director general Immigració, entre otros, apoyaron la manifestación.