La Permanente (dirección) de Esquerra Unida (EU), acordó ayer en una reunión de urgencia, a la que no asistió su coordinador, David Abril (que estaba de viaje) ir más allá en las medidas anticorrupción que negocian los partidos para 'salvar' los pactos de gobierno, y que UM ya ha aceptado.
Una de las medidas incluidas por Esquerra Unida afecta directamente a Miquel Nadal, que ha decidido mantener su acta de concejal de UM aunque haya dimitido como conseller del Govern.
Emylse Mas, coordinadora de EU-Palma y cargo de confianza de Eberhard Grosske en el Ajuntament, leyó las conclusiones de la reunión, entre ellas la que aboga por «mantener una relación política normalizada con UM pese a dar por suspendida la misma con el grupo municipal en el Ajuntament de Palma mientras se mantenga la presencia de Miquel Nadal como concejal».
Eberhard Grosske explicó que las medidas anticorrupción y los códigos éticos de se negocian para 'salvar' el pacto debían afectar también a casos como el de Vicens o Nadal.
Grosske explicó que continúan en el gobierno municipal porque Nadal «no está en el mismo» pero que «no acudiremos a ningún acto con él ni nos haremos fotos». Grosske entiende que Nadal ha roto el pacto del gobierno y que al votar un punto que supone la supresión del cargo que ocupa Emylse Mas y otra asesora se ha desmarcado del acuerdo. «Esperemos que vote en consecuencia», dijo.
La tesis de Grosske es que si UM «se sigue desmarcando», la alcaldesa Calvo debería echar a sus ediles del gobierno. Esta situación, compartida por parte del PSIB, pone en jaque al gobierno de Aina Calvo, ya que precisa de todos los votos para sacar adelante sus propuestas. Aina Calvo fue a la pasada reunión de la ejecutiva de los socialistas con dos decretos de cese, que no firmó, de Cristina Cerdó y Baldomero Oliver. Fuentes socialistas aventuran que la situación de Cort puede hacerse insostenible si no se toman medidas. Miquel Nadal dijo anteayer que será leal pero en UM se empieza a estar «muy harto» de Grosske hasta el punto que un alto cargo expuso a este diario que «no, no podemos garantizar que haya paz en Cort». Desde el PSIB, algunas fuentes apuntaban ayer que la estrategia de Grosske es coincidente con la del sector del partido que preferiría gobernar en minoría. Francesc Antich, el jueves, afirmó que cualquier decisión que se tomara afectaría a todas las instituciones y no sólo a una.
Esquerra Unida, con sus declaraciones, lo que hizo fue elevar más el 'baremo' de imputaciones.
Los partidos del Bloc discutían ayer por la tarde su respuesta global a un 'codigo ético' que le parece insuficiente pero al que no se opondrán. Grosske asistió a la reunión del Bloc, y también Fina Santiago, que mantienen posiciones divergentes al respecto.
UM ya ha aceptado el 'código ético' y las medidas complementarias. Según lo acordado inicialmente, estas medidas afectarían en principio a los cargos ejecutivos y, en el futuro, a los cargos electos, que deberían firmar una especie de compromiso cuando se presentaran a las elecciones.
Francesc Antich mantuvo ayer conversaciones telefónicas a varias bandas, con la idea de cerrar el acuerdo anoche mismo, si bien se decidió que se anunciará oficialmente en los próximos días.
El Bloc entiende que las medidas recogidas en el código ético deben afectar a los cargos electos y que toda personas a la que se le abre un juicio oral o se le impongan medidas cautelares debe renunciar. Ése fue el mensaje que se trasladó anoche a los socialistas desde el Bloc.
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