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El gerente del Consorci Platja de Palma, Alvaro Gijón, desveló ayer la hoja de ruta que se va a seguir en el plan de reforma y reconversión de la zona, en el que destaca la realización de un nuevo Plan de Reforma Integral (PRI), el anuncio de que habrá inversiones privadas por valor de 300 millones de euros en el período 2011-2015, la reducción de 8.000 camas turísticas obsoletas y la apuesta por una reconversión en sector hotelero, que prevé la eliminación de los establecimientos de una y dos estrellas, para apostar por los de cuatro y cinco.
Gijón dejó claro que que los planteamientos del pasado son «inviables» puesto que la compra de suelo y la ejecución de obras mayores estarán ligadas a las inversiones que en un futuro puedan llegar desde el ámbito público y, especialmente, desde Madrid. La idea es que las administraciones públicas destinen 100 millones de euros hasta 2015 en la renovación de paseos, plazas, jardines, mejora de la calidad del agua y otra actuaciones necesarias para la modernización de esta zona.
Hecha esta salvedad, el gerente del Consorci dejó en manos de la iniciativa privada el futuro de la Platja de Palma.
Así, Gijón explicó que el sector privado tiene previsto invertir un total de 300 millones de euros entre el 2011 y el 2015 en la reforma de la Playa de Palma, lo que generará unos impuestos directos en la zona de 20 millones de euros, que, además, serán reinvertidos en el plan de rehabilitación.
Estos 20 millones de reinversión, según apuntó, serán posibles gracias a un convenio que firmarán próximamente los Ayuntamientos de Palma y Llucmajor mediante el cual se establece que se reinvertirán las tasas de licencia y el impuesto de construcción en actuaciones a llevar a cabo únicamente en Playa de Palma.
Y dejó muy claro Gijón que en esta primera fase, hasta el 2015, no está previsto la expropiación de edificios ni casas porque lo urgente es renovar zonas públicas y los hoteles.
En este último punto, Gijón enfatizó que uno de los «pilares fundamentales» del proyecto será la conversión de la planta hotelera, la apuesta por los hoteles de cuatro y de cinco estrellas, de ahí que de cara a 2020, la nueva distribución de la planta hotelera será que haya un 20% de establecimientos de tres estrellas, un 60% de cuatro y un 20% de cinco estrellas.