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La venta de plata discurre en paralelo a la del oro, aunque hay algunas diferencias, además de la del precio. Para conocerlas y ver como está el mercado estuvimos hablando con tres establecimiento dedicados a la compraventa de plata. En su establecimiento de la calle Volta de la Mercè hablamos con Jaume Frau, de Gofra Joyeros, que nos comentaba: «La plata lleva dos años subiendo, aunque no toda la plata es igual, ya que la hay de 800 milésimas y de 915 por lo que su precio varia. La llamada plata fina puede valer 700 euros el kilo. El aumento en la venta se ha producido en este último medio año, pues los que necesitaban dinero primero han vendido el oro y, ahora, la plata. Aunque no todo el mundo vende por necesidad sino también por negocio. Aprovechando que el precio está muy bien, mucha gente se desprende de cuberterías que no utiliza y que llevan años en los cajones, o de los candelabros que están escondidos y que no se sabe qué hacer con ellos. En cuanto a la gente que viene a empeñar, es muy dispar, desde jovencitas hasta ancianas que vienen con sus viejos candelabros para conseguir algún dinero extra para ayudar a un familiar o gastarlo en algún capricho».

Por su parte, Manuel Vila, de El Rey de la Plata, nos decía que la diferencia con la venta de oro es que «en Mallorca hay mucha plata y con la subida de precios mucha gente ha decidido desprenderse de objetos que pesan mucho y que, en su mayoría, ya no tienen ninguna utilidad. Antes la plata estaba muy barata y no valía la pena venderla, pero con el aumento de los últimos meses la gente se plantea darle salida. Nosotros estamos pagándo a 400 euros el kilo de la corriente, la fina puede valer el doble».

Finalmente, Alfonso Muiños, de Orociti, se expresaba en parecidos términos que los anteriores y aseguraba que «la crisis ha influido en el auge de la venta tanto de oro como de plata. Yo creo que cuando han terminado con el oro, han comenzado con la plata, aunque hay que significar que el precio alcanzado en los últimos meses también ha sido un aliciente para que la gente se desprenda de la plata que, en muchas ocasiones, tenía arrinconada y sin darle ninguna utilidad. Esos son los dos factores del aumento en las ventas».