Maite Areal, mujer de Jaume Matas, ha declarado hoy en Palma. | Joan Torres

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Maite Areal, esposa de Jaume Matas, admitió ayer durante el interrogatorio a la que fue sometida en calidad de testigo, que intentó captar «el mayor número posible de clientes» para el hotel Valparaíso, en el ejercicio de sus funciones como relaciones públicas, entre ellos a Eduardo Zaplana, exministro de Trabajo en el Gobierno de José María Aznar, diputados y senadores del grupo parlamentario del PP.

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Areal, en un principio, se negó a hacer público los nombres de las personas con las que contactó para que se hospedaran en el hotel Valparíso, propiedad de Miquel Ramis, al que definió como «amigo de la familia», para no perjudicar a su marido ni a ellos. Pero a instancia del presidente del tribunal, Juan Jiménez, y del fiscal Pedro Horrach, citó a varias personas, entre ellas al doctor Santi Kovacs. «Una cosa es que usted quiera proteger a su marido y otra que encubra a otras personas, así que conteste a la pregunta», le conminó el magistrado.

Maite Areal, profesora de EGB, reconoció que en 2005, tras regresar a Palma desde Madrid, pidió trabajo en la asesoría de Antoni Martorell, al que conocía porque uno de sus hijos era amigo del suyo. «Contacté con varios clientes, entre ellos el hotelero Francisco Miralles, tuve proyectos por hacer, pero no funcionaron porque mi marido me decía que le perjudicaba porque trabajaban con la Administración pública. Me enfadé y por eso mi marido me consiguió el trabajo con Miquel Ramis, en el que estuve un año antes de ime a Estados Unidos» afirmó.