Pulsa sobre la imagen pata ampliar: "Proyecto de protección del Turó de Ca'n Tàpera" | Redacción Digital

TW
1

El Ajuntament ha decidido realizar una reordenación urbanística en el Turó de San Agustín (suelo urbano) con la finalidad de «proteger el bosque». El teniente de alcalde d'Urbanisme, Jesús Valls, explicó que los 16.527 metros cuadrados de edificabilidad previstos en Es Turó se trasladarán a la falda de la montaña contigua a la zona urbanizada; el promotor Vicente Grande pretende construir 207 viviendas. «La intención es mantener la edificabilidad, pero reordenándola de tal manera que se pueda construir junto a los edificios del casco urbano de Cala Major». Así, «la edificabilidad quedaría acolmatada como continuación de las edificaciones existentes, salvaguardando el Turó», precisó Valls. En este sentido, subrayó que se conservaría «una gran zona verde». Respecto al vial previsto en la calle en la calle Isabel Rosselló, aún no se ha decidido si se ejecutará, ya que dividiría en dos el bosque.

Indemnizaciones

El regidor reconoció que Cort probablemente tendrá que indeminizar al promotor como consecuencia de la pérdida del aprovechamiento del suelo. Aunque no pudo precisar la cantidad, aseguró que sería asumible para el Consistorio.

Además, informó que están intentando llegar a un acuerdo con los propietarios del minigolf, ya que se mantiene la unidad de ejecución donde se construirán unas viviendas unifamiliares.

En 2009 la Comisión Balear de Medi Ambient desestimó la tramitación de esta urbanización y el pleno de Cort aprobó el levantamiento del PERI de Cala Major, al tiempo que instó al Consistorio a realizar una modificación puntual del planeamiento para proteger el bosque del Turó.

Valls recordó que «pasados dos años de la suspensión de licencias, el promotor ha querido continuar con el desarrollo urbanístico del proyecto» y la Comissió Balear de Medi Ambient «nos ha solicitado que nos definamos sobre el mismo ya que éste va en contra de lo acordado por Cort en 2009». En este sentido, reiteró que Urbanisme «ha decidido respetar el acuerdo adoptado por el pleno del Ajuntament de Palma en el año 2009» y la recomendación de la Comissió Balear de Medi Ambient.