Vista general del Parlament, durante la sesión. | Joan Torres

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«Los Països Catalans no existen». Así lo acordó ayer el Parlament balear con los votos del Partido Popular y la abstención del exdiputado de ese partido, ahora en el PI, Antoni Pastor.

El acuerdo parlamentario forma parte de una amplia declaración del Parlament, con rango de proposición no de ley, en la que la Cámara expresa su rechazo a las injerencia de la Cámara catalana y «manifiesta su orgullo» por ser la institución que representa al pueblo de Balears. Pastor apoyó varios puntos de la proposición y se abstuvo en el resto. PSIB y Més votaron no a todos los puntos.

Según Mabel Cabrer (PP), este hecho -la negativa del PSIB- es una muestra de «la deriva nacionalista» del socialismo balear. Según Cabrer, en el propio partido hay divergencias y «ha salido una candidata alternativa», en alusión a Aina Clavo.

«¿Tan arrodillados están ante los catalanes que hoy no pueden votar a favor de Balears?», se preguntó a Cabrer. Cabrer también se refirió a que resultaba muy curioso que Diéguez se expresara en castellano. Según la diputada ‘popular', los socialistas quieren imponen el catalán en las escuelas y luego sus diputados hablan en castellano.

El acuerdo de ayer es consecuencia de un acuerdo previo del Parlament catalán en que se cuestionaba la política lingüística del Govern de Bauzá.

Frente común

El Partido Popular se siente cómodo en este debate ya que entiende que le da más votos. Para PSIB y Més, llevar este asunto al Parlament es «una tontería». Diéguez y Nel Martí (Més) ironizaron sobre los objetivos del PP al presentar esta propuesta pero coincidieron en que se trataba de una paso más en su «ofensiva anticatalana».

El debate de esta iniciativa centró buena parte del pleno, que también abordó otras cuestiones y que Francina Armengol (PSIB) aprovechó para reclamar al president balear «un frente común» para conseguir más financiación del Gobierno central e impulsar un nuevo REB.

Por otro lado, el conseller d'Hisenda, José Vicente Marí, anticipó ayer que aceptaría una enmienda de los socialistas -que se concretó por la tarde- para que la redacción de un artículo de la Ley de Presupuestos no abra la puerta a la contratación de personal sin pasar por el bolsín de interinos. «Teníamos razón», dijeron los socialistas.