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A Jaume Matas, exministro del PP y expresidente de Balears, hace cinco o seis días que no le ven por el barrio de Salamanca, de Madrid. Hace unas dos semanas le operaron de un oído y ahora apenas percibe el sonido de las palabras.

Días después de la intervención se le complicó y tuvo que acudir de nuevo al médico. Tiene mal aspecto, dicen los vecinos. Incluso uno le vio con una venda en la cabeza. Por eso, creen que en vez de esconderse de la presión mediática en casa de algún un amigo, está en su casa de lujo de Madrid, recuperándose de la noticia del ingreso en prisión y de la operación auditiva, al cuidado de su mujer, Maite Areal.

A la compra

El matrimonio vive en un edificio de nivel en la calle Don Ramón de la Cruz, junto a la Plaza Manuel Becerra, donde hace siete años los pisos se vendían por un millón de euros.

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Vecinos aseguran que no le ven desde hace días. A su mujer sí. Solo sale una vez al día para ir a la compra a un supermercado cercano. Para evitar que la fotografíen va en coche. Es un Volkswagen utilitario. El matrimonio también posee una Vespa.

Las cortinas de la vivienda las descorren utilizando la domótica, por si a alguien se le ocurre contemplarlos desde la calle.

Como se recordará, el pasado viernes se dio a conocer la noticia de que el Gobierno había denegado el indulto al exministro y expresidente balear, que estaba pendiente de ingresar en prisión para cumplir una pena de nueve meses por un delito de tráfico de influencias. Si se consuma la pena -y el tribunal ya ha dicho que debe consumarse en los próximos días-, Matas será el primer alto dirigente del PP que entrará en la cárcel.

Aunque la ley permite que los condenados a menos de dos años de cárcel no ingresen en prisión, también hay que recordar que la Audiencia Provincial de Balears denegó en su caso sustituir la pena por una multa.

El tiempo que el expresidente pase en un centro penitenciario dependerá de varios factores, pero la corta duración de la condena, -nueve meses, hará complicado que una vez dentro obtenga ventajas espectaculares.