Manos Limpias pidió a finales de septiembre la recusación de dos de los miembros del tribunal que debe decidir sobre los recursos al auto que finalizó la instrucción del caso Nóos, incluido el presentado por la defensa de la infanta Cristina, pidiendo su exoneración en esta causa en la que el juez José Castro la mantiene imputada por dos delitos fiscales y blanqueo.
El sindicato, que ejerce la acusación popular en el caso Nóos, solicitó la recusación de los magistrados Diego Gómez-Reino y Mónica de la Serna, justificándola en que pesa una «gran sombra de sospecha objetiva de parcialidad» sobre esos dos jueces, tras el auto que dictaron (junto a un tercer magistrado, Juan Jiménez) en mayo de 2013 que suspendió la primera imputación de doña Cristina.
El incidente de recusación ha seguido todos los trámites oportunos en la Audiencia de Palma y ya está en manos de la sala especial del TSJIB que tomará una decisión al respecto, una vez reciba el informe del Ministerio Fiscal y los posibles recursos de súplica de las demás partes, si se presenta alguno.
Tal como establece el artículo 77 de la ley orgánica, la sala que decidirá sobre la recusación la formarán el presidente del tribunal, (en este caso el del TSJIB, Antoni Terrasa), los presidentes de sala y el magistrado más reciente de cada una de las salas. En total son seis magistrados.
Antes de que se iniciara el incidente de recusación, la sección segunda de la Audiencia de Palma había fijado el 23 de octubre como límite para resolver los recursos al auto final del caso Nóos. Pero la tramitación de los catorce recursos está suspendida desde el pasado 2 de octubre hasta que se resuelva la recusación.
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