Susana muestra la orden de desahucio. | Jaume Morey

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Susana Alfaro, mallorquina de 45 años y madre de cuatro hijos, es otra de las protagonistas involuntarias del drama del desahucio, que se sigue repitiendo casi a diario en todas las ciudades y Palma no es una excepción. De hecho, esta será la segunda vez en su vida que Susana será desahuciada de una vivienda. Si nada ni nadie lo remedia el próximo 2 de febrero, a las 10.00 horas, deberá abandonar su vivienda de 50 metros cuadrados de la barriada conocida popularmente como ‘Corea', en la que vive de alquiler junto a sus cuatro hijos de 21 años (en el paro), 17, 13 y 7, con el agravante de que este último es un niño con síndrome de down que, además, padece una cardiopatía y apenas anda.

Susana vive en esa casa desde hace dos años y hace casi 9 meses que no paga el alquiler de 360 euros porque perdió el trabajo que tenía por la salud de su hijo, que tuvo que ser operado, y ya solo cuenta para vivir con la pensión de 387 euros que recibe el pequeño «y lo que puede ayudarme mi padre». Recuerda que «el primer anuncio de desahucio era para el pasado 4 de diciembre, pero el juez lo paralizó por acercarse la Navidad y por haber niños en la casa, pero la nueva fecha es el 2 de febrero», explica esta madre.

La puerta del Ibavi se le ha cerrado del todo, asegura, «pues me han denegado una vivienda de protección oficial» y desde la Plataforma Antidesahucios «me recomendaron que me fuera buscado otro alquiler» porque creían que Cort me iba a denegar una casa de urgencia social. Pero tiene claro que «si llega el día y nadie me ayuda estoy dispuesta a meterme en cualquiera de los pisos vacíos que hay en esta zona».