Patricia Gómez y Vicenç conversando antes del inicio de la sesión de este martes. A su lado, la nueva consellera de Presidència, Pilar Costa, y el conseller Negueruela. Quizá definían una estrategia. | Joan Torres

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El Govern advirtió este martes al Parlament que sus competencias tienen un límite, las que marcan el Estatut y la «separación de poderes» y que nombrará a los cargos que crea más convenientes.

Lo hizo a través de su nueva portavoz y consellera de Presidència, Pilar Costa, en respuesta al PP, que le instaba a cumplir una moción de la Cámara de hace casi seis meses en la que pedía la destitución de Juli Fuster como director general de IB-Salut y de Pau Thomás como asesor del Ejecutivo. El primero es la pareja de la consellera de Salut, Patricia Gómez, y el segundo es un hijo del vicepresidente del Parlament, Vicenç Thomás.

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El 22 de septiembre del pasado año, el PP y Podemos sumaron sus votos para exigir su destitución por entender que los lazos familiares eran un ejemplo claro de «nepotismo». También pedían al Ejecutivo que limitara las contrataciones de libre designación entre el funcionario y que facilitara una relación de contratos en las empresas públicas.

En su comparecencia para explicar el grado de cumplimiento de la moción, Costa se centró en los nombramientos.
Después de una intervención de Juan María Lafuente (PP), en la que criticó al Ejecutivo por su «amnesia política», insistió en que eso era «nepotismo» y le reprochó que no hubiera aprovechado la remodelación para cumplir «el mandato del Parlament».