La Dirección General de Salud Pública ha insistido este sábado en la importancia de analizar la carne de las 'matances'. | Guillem Mas

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La Dirección General de Salud Pública ha insistido este sábado en la importancia de analizar la carne de las matances domiciliarias antes de su consumo y ha recordado que el Servicio de Seguridad Alimentaria establece medidas sanitarias para detectar la triquinosis en los animales sacrificados en el ámbito particular.

Así ha informado la Dirección General en un comunicado con motivo del inicio de la temporada de matances, con el objetivo de que los animales sacrificados en el ámbito doméstico privado sean sometidos a los controles necesarios antes de su consumo.

Desde el Servicio de Seguridad Alimentaria insisten en que el sacrifico de cerdos para autoconsumo puede tener consecuencias sanitarias negativas, entre ellas la triquinosis, por lo que recomienda a la población no consumir carne cruda ni embutidos que no hayan sido sometidos a tratamiento térmico antes de obtener los resultados de los análisis de control oportunos.

La triquinosis sólo puede detectarse con un análisis específico de la carne, por lo que es necesario que las personas que vayan a hacer matanzas domiciliarias accedan, a través de sus ayuntamientos, a los servicios de los veterinarios autorizados por la Dirección General de Salud Pública y Participación para realizar la determinación de este parásito mediante técnicas específicas de análisis.

Además, durante esta campaña 2016-2017 se utilizará una nueva técnica analítica para la determinación de triquina mediante el método de digestión de muestras colectivas, con utilización de un agitador magnético, ya que es el método más recomendable para el uso rutinario.

Esta nueva técnica analítica se ha incorporado tras la detección, por primera vez en España, de Trichinella pseudospiralis en una muestra de carne de jabalí procedente de Cataluña. La principal característica de esta especie de Trichinella es que sus larvas no se encapsulan en los músculos y, por lo tanto, no pueden detectarse mediante el método triquinoscópico tradicional.

La detección de esta especie pone de manifiesto la compleja epidemiología de este parásito, la imposibilidad de considerar áreas o regiones libres del mismo y la necesidad de que se investigue la presencia de dicho parásito en todas las carnes de especies sensibles que se destinen al consumo humano.

¿Qué es la triquinosis?

La triquinosis es una enfermedad parasitaria ampliamente difundida a nivel mundial que se transmite al ser humano cuando se consume carne de cerdo infestado.

Aunque para el ganado porcino no supone gravedad, y ni siquiera manifiesta síntomas, esta enfermedad produce un grave cuadro clínico en las personas que puede, incluso, llegar a provocar la muerte.

La sintomatología de la enfermedad consta de una primera fase gastrointestinal (vómitos, diarrea, náuseas y calambres abdominales) y de una segunda fase sistémica (dolor muscular y fiebre). El proceso puede complicarse con cuadros neurológicos y cardíacos.

Los alimentos que pueden trasmitir la enfermedad son carnes crudas o poco cocinadas de cerdo, jabalí y caballo, y los embutidos no sometidos a tratamiento térmico (longaniza, sobrasada, carne y panceta).