El alcalde Antoni Noguera durante el pleno del Ajuntament de Palma. | M. À. Cañellas

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El pleno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado este jueves por unanimidad el acuerdo político para el desmantelamiento del poblado gitano de Son Banya de Palma antes del año 2021.

La regidora de Bienestar y Derechos Sociales, Mercé Borràs, ha querido agradecer públicamente el apoyo de todos los partidos, incluidos los de la oposición, para sacar adelante este plan.

Borràs ha invitado a todas las formaciones a estar «vigilantes» para que se lleve a cabo el plan previsto y ha aludido a la importancia de la inclusión social de todos los habientes de este barrio de la capital balear.

La votación de hoy tiene lugar tras la firma hace unos días del acuerdo de todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Palma, que pactaron invertir a lo largo de 7 años 5,4 millones de euros para desmantelar antes de 2021 el poblado gitano de Son Banya y subvencionar con hasta 12.000 euros anuales por un máximo de 5 años el realojo de familias sin recursos.

El acuerdo fue firmado por representantes del PP, PSOE, Podemos, MÉS y Ciudadanos para erradicar un núcleo precario de población definido por el alcalde, Antoni Noguera, como «el supermercado de la droga de Mallorca».

En Son Banya, donde hace unos pocos días se llevó a cabo una nueva operación policial contra el narcotráfico, residen unas 100 familias formadas por entre 450 y 600 personas, de las que 193 son niños.

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Son Banya fue un experimento novedoso en España llevado a cabo en 1970 para tratar de mejorar las condiciones de vida de un centenar de familias gitanas que vivían en chabolas cerca del mar en el Molinar, pero «después de 47 años se ha podido constatar que el objetivo planteado para su creación no ha dado los resultados esperados», señala el documento que recoge el pacto político municipal.

El plan del consistorio contempla el desalojo paulatino y la demolición de todas las viviendas del poblado en los próximo tres años con una inversión de 745.000 euros para los derribos y de 1,8 millones en este primer trienio para ayudas para las familias reubicadas.

A esta última cantidad se sumarían en los cuatro años siguientes otros 2,8 millones hasta completar los casi 4,7 millones de euros en subvenciones previstos para las familias afectadas para el proceso completo.

El pacto prevé que podrán beneficiarse quienes residan el en poblado desde 2008, que carezcan de otra vivienda o de ingresos suficientes para acceder a una, que no tengan causas judiciales pendientes por narcotráfico y que se comprometan a que los menores de hasta 16 años vayan el colegio.

Las familias serán realojadas en viviendas públicas o privadas, pero quedarán apartados del programa de ayudas quienes se reubiquen en barrios «con alto nivel de vulnerabilidad» como Son Gotleu, Verge de Lluc, la Soledad y Son Ximelis, ha indicado el Ayuntamiento.

Una vez se complete el desmantelamiento, el consistorio dejará de llevar a cabo el mantenimiento de Son Banya, que desde este año hasta 2020 tendrá un coste para las arcas públicas de 1,8 millones de euros.