El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Palma, Enrique Morell, ha acordado por segunda vez el archivo del 'caso Minerval', a petición de la Fiscalía, al considerar que no queda debidamente justificada la perpetración del delito de estafa denunciado.
Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), el juez sí ha decidido remitir testimonio a la Conselleria de Salud por si existen motivos para incoar un expediente administrativo sancionador por las actividades comerciales realizadas con el producto 'Minerval' (ácido 2-hidroxioleico) desde 2004.
La resolución no es firme y contra ella cabe recurso de reforma.
Morell ya había acordado el sobreseimiento de la causa en septiembre de 2017 al entender que no estaba suficientemente justificado el presunto delito de estafa en la distribución del producto a pacientes de cáncer.
La Fiscalía recurrió el archivo y la Audiencia decidió reabrir el caso únicamente respecto al principal investigado, el catedrático de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Pablo Vicente Escribà. La Audiencia ordenó profundizar en la línea de investigación sobre el precio de la sustancia -obtenida en Estados Unidos- y el destino final de las cantidades entregadas por los pacientes o sus familiares.
Por ello, durante estos meses se han incorporado a la causa facturas del ácido 2-hidroxioleico entre los años 2012 y 2017, los balances y sumas y saldos de la Fundación Marathon desde 2007 a 2017 y un resumen de los balances y destino de las cantidades ingresadas por la Fundación de 2007 a 2016.
Tras examinar esta documentación, el Ministerio Fiscal solicitó el sobreseimiento provisional respecto a Escribà.
Escribà había sido denunciado por una presunta estafa por suministrar a seres humanos este producto, que según la Agencia Española de Medicamentos, está considerado un medicamento «huérfano» no autorizado para su comercialización. Su utilización debía limitarse a ensayos clínicos.
Por ello, a pesar de que en la vía penal el juez ha archivado la causa, el auto deja la puerta abierta a que la Conselleria decida incoar un expediente administrativo sancionador.
12 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Por tener a individuos de esta índole con altos títulos académicos, pero que no se merecen nuestro respeto, y cortando el bacalao. Esto ya es el no va más.
Hay que ser muy cínicos como para vanagloriarse de esta sentencia e intentar tapar todo lo demás. Si las cosas funcionaran como deberían ya habrían sacado al tipo éste de la UIB. Desde que se dio a conocer el escándalo cada vez que oigo la palabra "catedrático" me entra un repelús. Es lo que hay. Este caso demuestra que entre catedráticos, al menos en la UIB, también hay cretinos
Cualquiera que haya pasado por la Uib sabe el nido de ratas que es. La sentencia, en el pais de Cifuentes o Llarenas, no debería sorprendernos, porque es más de lo mismo: lo injustificable lo presentan como absolutamente normal.
Le espera una multa enorme, como corresponde a la infracción grave de vender un supuesto anticancerígeno, sin permiso, obviamente, y nada menos que en una universidad. Lo último es todavía más vergonzoso
Lo de Escribá & company. Pero no engaña a la gente tanto como cree
Independientemente de lucro o no con la venta, y de si la investigación con el minerval recibe fondos, las actuaciones detectadas sólo pueden provenir de gente sin consciencia. No nos engañemos. Queda mucho por juzgar
En cualquier caso era importante que la venta no autorizada, en la UIB, de un supuesto anticancerígeno, saliera a la luz. También que el rectorado se pusiera en evidencia. Lástima por los contribuyentes, costeando de varias maneras a estos entes.
Esperemos que el facha anticatalanista, anti UIB, antimallorquín que pulula por aquí pida perdón por lo que dijo.
Hay gente "profesional" que hizo declaraciones muy violentas. Creo que deberían disculparse públicamente o recibir una reprimenda, por falsedad e incitación al odio
El caso ha destapado actuaciones más que reproblables tanto del susodicho como de la UIB.