Margalida Torrens Mas es la autora de la tesis doctoral que apunta a esta estrategia frente al cáncer. | UIB

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Las células tumorales tienen un comportamiento alterado y muy diferente al de las células normales, ya que necesitan más energía para mantener su proliferación descontrolada. La tesis doctoral de Margalida Torrens Mas, defendida en la Universitat de les Illes Balears (UIB), ha estudiado el papel de las mitocondrias, unos orgánulos celulares que tienen un papel clave en el metabolismo tumoral produciendo energía.

En su tesis, Torrens aborda el papel de la proteína sirtuína 3, encargada de mantener la integridad de las mitocondrias y de limitar el daño oxidativo. Fruto de su estudio se ha podido determinar que el silenciamiento de esta proteína en células de cáncer de mama y de colón compromete la función mitocondrial, es decir, que este procedimiento sumado al uso de compuesto antitumorales mejoró su eficacia e incrementó la muerte de células tumorales.

Además, en colaboración con los grupos del doctor García-Borrón, de la Universidad de Murcia, y del doctor Donadelli, de la Universidad de Verona (Italia), se ha podido estudiar también la importancia de otras proteínas implicadas en la función mitocondrial, como las PGC-1α, UCP2 o p53. En concreto, se ha observado que la PGC-1α puede mejorar la función mitocondrial en líneas celulares de melanoma, mientras que la UCP2 la reduciría en el cáncer de páncreas.

Por tanto, los resultados obtenidos en la tesis doctoral permiten concluir que la modulación de ciertas proteínas puede ser una nueva estrategia para mejorar el tratamiento del cáncer.

Esta investigación la ha llevado a cabo el Grupo Multidisciplinario de Oncología Traslacional (GMOT) de la UIB, el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS), el Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares ( IdISBa) y el Centro de Investigación Biomédica en Red - fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) del Instituto de Salud Carlos III.