Según ha informado la Asociación Tramuntana XXI en un comunicado, en la reunión también ha estado presente el alcalde de Bunyola, Andreu Bujosa.
Las entidades han compartido con la delegada de gobierno «las preocupaciones sobre los impactos de este fenómeno en la vida de los residentes y en la experiencia de los visitantes en el paraje natural y paisaje cultural declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO», según Tramuntana XXI.
Además de abordar el tema de la peligrosidad en la carretera por el exceso de velocidad y la conducción temeraria, la reunión se ha centrado «en poner en evidencia la contaminación acústica generada por estas prácticas».
En este sentido, la Plataforma Ma-10 ha explicado que un 40 por ciento de los vecinos y vecinas encuestadas por ellos opinan que «los fuertes ruidos producidos por las motos cada fin de semana son un problema grave», ya que algunas de las motos «no cuentan con tubos de escape homologados y no aprobarían los controles de ruido a los que obliga la ITV».
Según Tramuntana XXI, la delegación de Gobierno ha mostrado su compromiso «para emprender medidas efectivas».
2 comentarios
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Controles de policia ,radares,cámaras, multas,retiradas de carnet y a correr al circuit de jucmajor.Os reagalo mi idea y no cobro por ella...politicos inutiles
La tramuntana debia estar mas protegida y no construir tanto. es patrimonio de la humanidad