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El Hospital Universitario de Son Espases ha finalizado las obras de ocho habitaciones adaptadas para niños con cáncer y sus familiares, del área de Oncología Pediátrica, unas obras que han supuesto una inversión de un total de 395.434,85 euros por parte de la Conselleria de Salud.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha explicado que estas acciones entran dentro de la voluntad de mejora de las infraestructuras sanitarias de esta legislatura y se efectúan para cumplir «con el compromiso de niños pacientes que necesitan unos espacios luminosos y más humanos» en momentos «complicados», como es una enfermedad como el cáncer.

Las habitaciones de nueva obra, de 21,75 metros cuadrados, cuentan con una terraza, que se convertirá en una zona de recreo. Además, en dos de las ocho habitaciones se ha instalado un sistema de presión negativa para pacientes inmunodeprimidos. El proyecto ha sido diseñado por la arquitecta Elisa Valero, especializada en la luz y la arquitectura para niños, especialmente en hospitales pediátricos.

Aparte de estas mejoras, en dos de las ocho habitaciones se ha instalado un sistema de presión negativa para pacientes inmunodeprimidos. Hasta ahora, los niños que tenían que completar el tratamiento con un trasplante de médula ósea ingresaban en la planta de Hematología de Adultos y, una vez recuperados -al cabo de un mes o un mes y medio-, volvían a la planta de Pediatría. Con estas dos habitaciones, estos pacientes quedarán ingresados en Pediatría.

La presidenta Armengol ha valorado la reforma asegurando que «supone una mejora importantísima en el proceso de recuperación de los niños». En este sentido, ha destacado que «uno de los temas prioritarios de este Govern ha sido el de dignificar y humanizar la sanidad pública», ya que «nadie puede quedar al margen y, mucho menos, los niños que sufren enfermedades graves».

En la Unidad de Oncología Pediátrica de Son Espases se atienden cada año entre 25 y 30 casos nuevos. Aunque el número de ingresos es variable, la media diaria es de 6-8 niños ingresados. Los diagnósticos principales son las leucemias agudas, que es el tumor pediátrico más frecuente, seguidas de los tumores cerebrales.