Desde el pasado 3 de junio y hasta dentro de aproximadamente unos diez días muchas farmacias padecerán problemas en el suministro de fármacos a causa de un cambio en el sistema de distribución.
Se trata de dificultades de logística motivadas por un bien mayor, pues la Cooperativa de Apotecaris está cambiando el robot con el que se hace la distribución de medicamentos en el 80 % de las apotecarias de Mallorca, Ibiza y Fomentera.
Durante este mes de junio culminará un proyecto que lleva gestándose más de dos años y cuenta con una inversión de diez millones de euros. «Solo había dos maneras de hacerlo, o bien cerrábamos veinte días para desmontar el antiguo y poner el nuevo, cosa que era inviable, o montábamos el nuevo alterando un poco el ritmo de suministros», explica el presidente Eladio González Miñor.
Una de las principales consecuencias es que durante estas tres semanas las farmacias de Palma reciben dos pedidos diarios en vez de los cuatro que habitualmente tienen. «No se ha producido un desabastecimiento, simplemente los medicamentos pueden llegar más tarde de lo habitual», añade González Miñor. «En caso de urgencia, la cooperativa está abierta 24 horas al día y el farmacéutico puede venir aquí a buscar lo que necesite porque se lo preparan al momento», aclara.
Con el nuevo sistema robótico, diseñado y monitorizado en Austria, se ha actualizado la distribución y se ha adaptado a una legislación cambiante en los últimos años. «La normativa europea ahora obliga a controlar la lectura de caducidad de cada lote», explica el presidente de la cooperativa. «Tenemos un sistema de verificación con una lectura por radiofrecuencia que nos permite hacerlo», añade.
El robot que distribuye los medicamentos a las farmacias una vez que llegan a Baleares, tiene la envergadura de una nave industrial y mide entre 12 y 13 metros de alto.
Este dispositivo inteligente cuenta con unas 28.000 cubetas amarillas en las que se expiden los medicamentos por farmacias. El robot es capaz de identificar la posición de cada producto en la cubeta, «en base al criterio de rotación», incide González Miñor. Es decir, reconoce dónde están los fármacos más solicitados.
El dispositivo ya está instaurado en otras comunidades de España aunque al ser el último presume de tener las tecnologías más actualizadas.
La Cooperativa d'Apotecaris es una sociedad propiedad de los mismos farmacéuticos, unos 400, que tiene el fin social de suministrar medicamentos y productos sanitarios a las oficinas de farmacia de Mallorca, Ibiza y Formentera; además de atender las faltas de suministro eventuales que pueda tener la cooperativa de Menorca, COFARME.
El funcionamiento de la Cooperativa se basa en una «distribución solidaria», es decir, la entidad garantiza el suministro independientemente del tamaño de la farmacia, su volumen de facturación o su ubicación geográfica. Cada día, se realizan 5.000 kilómetros de abastecimiento en 24 rutas de transporte.
«En la Cooperativa priman los criterios de eficiencia y seguridad a los económicos», explica el presidente, González Miñor. Sin embargo presumen de una economía saneada pues la inversión para el cambio tecnológico se ha realizado con un excedente atribuido a un pequeño margen de beneficio en la compra venta de medicamentos.
5 comentarios
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Pues en 5 o 10 años todo máquinas y teléfono y más zombis en las calles deambulando en busca de un plato de comida. Pero seguimos quemando petróleo.
Deberíais informaros antes de hablar, este monstruo necesita tantos o más trabajadores que con el anterior robot, hay que darle de comer, este robot simplemente evita errores humanos y hace que podamos trabajar más organizados y mas eficientemente.
el día que se rompa el robot no habrá entrega de medicamentos hasta que vengan de donde lo fabricaron para arreglarlo, me gusta la tecnología siempre y cuando no le quite trabajo a la gente. Donde se reubica a esos trabajadores que preparaban los pedidos? a si.... irán al paro.
Y el día que el "brexit", presuntamente "duro", entre en vigor no habrá robots que valgan. Todos lo pasaremos mal.
Con lo que cuesta la maquinaria, se podría contratar a seres humanos que necesitan un trabajo para poder comer. Automatizar el mundo, es riqueza para pocos y pobreza para muchos. Nunca aprenderemos que el planeta ofrece gratuitamente todos los recursos. Los animales lo han comprendido, los humanos parece que no