Sin embargo, están viendo como se suceden las cancelaciones de otros vuelos. «Ya hay un 20-30 % de los vuelos cancelados. «Tenemos miedo de no poder regresar», confiesa Francisco Martínez. Ante esta situación han solicitado a su aerolínea adelantar el vuelo, pero no ha sido posible porque estaba completo.
Francisco e Irene llegaron a Roma el pasado viernes. Decidieron seguir adelante con su viaje porque el Ministerio de Asuntos Exteriores no incluía a Roma como una de las zonas a las que no se recomendaba viajar.
Cuando llegaron a su hotel, en las inmediaciones del Coliseo, les sorprendió que prácticamente no había turistas; de hecho solo se hospedaban una pareja de japoneses y ellos.
El impacto continuó cuando salieron a la calle y vieron que los alrededores del Coliseo, habitualmente llenos de turistas, estaban casi vacíos. Sin embargo, ellos intentaron disfrutar de la 'ciudad eterna' en la medida de sus posibilidades.
Hasta el sábado pudieron visitar monumentos, entre ellos el Vaticano, aunque estaban prácticamente vacíos; el domingo los cerraron todos y los dos mallorquines se dedicaron a pasear y a ir a restaurantes; los de las zonas turísticas estaban vacíos.
Aunque no había turistas, Francisco explica que los romanos han seguido acudiendo a los restaurantes, aunque guardan todas las medidas de seguridad, como la de respetar la distancia de separación de un metro entre personas. Además, destacado que un 30-40 % de las personas llevan mascarillas.
Este mallorquín confiesa que, aunque las vacaciones han sido atípicas, no han pasado miedo en Roma. «Hay tranquilidad, los casos no crecen a diario, todo es seguro». Sí ha apuntado que existe «psicosis a que el país entre en recesión económica, hay mucha preocupación».
Además, reconoce que este lunes por la noche se asustaron cuando comenzaron a recibir WhatsApp desde Mallorca avisándoles de que se restringían los movimientos en Italia. En ese momento, decidieron adelantar su salida para el aeropuerto de Fiumicino; lo han hecho esta mañana a las 6:00, pese a que su vuelo no es hasta las 18:30 horas.
Además, lo han hecho en transporte privado por miedo a que la estación de Termini estuviese cerrada y no pudiesen llegar hasta el aeropuerto. «Nos ha salido más caro, pero hemos preferido asegurarnos que podíamos llegar al aeropuerto», expone.
En estos momentos, el tiempo trascurre despacio para Francisco e Irene, que no dejan de mirar las pantallas del aeropuerto para confirmar que su vuelo sigue programado. Vuelan a Madrid y no está previsto que lleguen a Palma hasta última hora de este martes, un día que se les hará largo.
Los dos se encuentran angustiados por sus trabajos. Irene es enfermera y comienza este miércoles; Francisco lo hará este jueves en la central de reservas de una cadena hotelera.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Se fueron el viernes, en plena efervescencia del virus y las restricciones. Ahora hay que asumir las consecuencias.
Yo creo que están más seguros en Roma que en Madrid