La huella mallorquina en América Latina sigue viva después de más de siglo y medio tras la migración de miles de residentes en busca de nuevas oportunidades. El documental Fent les Amèriques: Puerto Rico, dirigido por Pere Salom, se estrena este sábado a las 21.40 horas en IB3.
«Desde siempre me interesó el tema porque tengo familiares que emigraron a Latinoamérica», cuenta Salom, que viajó desde Palma hasta los diferentes destinos de estos aventureros mallorquines. Veteranos que aún siguen vivos o sus sucesores han prestado su testimonio para «narrar historias increíbles. En cada relato familiar hay una película de aventuras con ingredientes como huidas, espíritu de superación, capacidad de trabajo y un sacrificio increíble. Porque la mayoría de los que se iban, empezaban de cero y ayudaban a los familiares que quedaban aquí».
Éxito
En el primer capítulo de la serie de documentales que prepara Salom, se centra en «el fenómeno de la inmigración mallorquina en Puerto Rico. Fue un caso de tremendo éxito. Se habla de entre 3.000 y 5.000 mallorquines que llegaron allí entre mediados siglo XIX y el primer tercio del XX. Fue un boom». Muchos de ellos eran de Sóller, además. A día de hoy, sus vestigios siguen más vivos que nunca y los descendientes de mallorquines a día de hoy han sido gobernadores de Puerto Rico, fiscales generales o destacados médicos y empresarios que aún lucen con orgullo el apellido mallorquín. Entre ellos destaca el empresario Felipe Ozonas, que está al frente de la hacienda La Balear.
«Formaron una comunidad que logró un gran éxito gracias al auge del café», dice. Cuentan que los sollerics se hicieron muy rápido al ambiente montañoso de la isla caribeña, las tierras menos deseadas por los colonos españoles y en las que prosperaron las plantaciones de café.
Bajo el paraguas Fent les Amèriques Salom analiza el papel de los mallorquines en diferentes destinos migratorios. El primero de estos documentales de larga duración se centra en Puerto Rico y ya está trabajando en el segundo episodio, de Argentina. «Allí hay media Mallorca», cuenta Salom, que empezó esta aventura en busca de un hermano de su abuelo hace dos años y medio. Ya piensa en los siguientes capítulos y le esperan Uruguay y Cuba. Salom reflexiona sobre el cambio de tornas: de emigrar a recibir miles de foráneos en un siglo.
Mallorquines que emigraron para hacer fortuna trabajando duro, no para que les dieran ninguna subvención para el alquiler o una renta mínima vital. Que tomen nota todos estos buenistas y políticos que dicen "nuestros abuelos también fueron inmigrantes" para justificar una política de acogida sin limitaciones. Hay la misma diferencia que de la noche al día.
Un acelerador de l'emigració fou l'esclafit de la bimbolla de la filoxera, amb les exprotaciones dels nostres vins, pertot arreu. Els països continentals havien replantats les seves vinyes, mentres les Balears es vegueren infectades amb retard.
3 comentarios
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Enhorabona!!👍👍 Molt Bona feina...
Mallorquines que emigraron para hacer fortuna trabajando duro, no para que les dieran ninguna subvención para el alquiler o una renta mínima vital. Que tomen nota todos estos buenistas y políticos que dicen "nuestros abuelos también fueron inmigrantes" para justificar una política de acogida sin limitaciones. Hay la misma diferencia que de la noche al día.
Un acelerador de l'emigració fou l'esclafit de la bimbolla de la filoxera, amb les exprotaciones dels nostres vins, pertot arreu. Els països continentals havien replantats les seves vinyes, mentres les Balears es vegueren infectades amb retard.