Porto Pi Centro Comercial tuvo que cerrar sus puertas por orden policial. | Archivo UH

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«No hay derecho. A nosotros nos obligan a tener cerrado y el Toys ‘R' Us y el Porto Pi están abiertos». Esta es una de las múltiples llamadas que recibieron en la central telefónica de la Policía Local de Palma alertando de un supuesto caso de competencia desleal.

A primera hora del pasado sábado, varios empresarios contactaron con la policía y pusieron en su conocimiento que había dos grandes superficies que estaban incumpliendo las medidas sanitarias de la COVID-19 dictadas por el Govern balear.

La normativa prohíbe a las grandes superficies y centros comerciales -de más de 700 metros- abrir durante los fines de semana y los días festivos.

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A requerimiento de la base del 092, agentes de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma acudieron a los citados establecimientos. En el primero de ellos; Porto Pi Centro Comercial, ubicado en la avenida Gabriel Roca, 54 de Palma, los policías detectaron algo más de una decena de tiendas abiertas. Al entender la fuerza actuante que el centro comercial dispone de una licencia de actividad única la obligatoriedad del cumplimiento de la norma no permite la apertura parcial de establecimientos. Por ese motivo se levantó la correspondiente propuesta de sanción y se cerró el recinto.

Unos minutos más tarde, los integrantes de la Patrulla Verde se personaron en las instalaciones de Toys ‘R' Us, en la calle Ter (polígono de Son Fuster). Allí los responsables de la tienda habían intentado burlar la norma acotando el recinto y reduciéndolo a una superficie de menos de 700 metros. Los agentes explicaron que la legislación hace referencia a los metros que constan en la licencia y no en las zonas habilitadas. En un principio, se negaron a cerrar.

Por la tarde, Cuerpo Nacional de Policía, Patrulla Verde y técnicos del Govern (conselleria de Turisme) se personaron en el lugar y obligaron a cerrar el establecimiento.