Tras el último convenio firmado con el Govern ya se garantiza su actividad durante al menos sus 10 años de duración y puede prorrogarse otros diez más. Sin embargo, en el acto de inauguración de ayer, no fueron pocas las personas que recordaron el problema de viabilidad de 2015, cuando el anterior Govern de José Ramón Bauzá sacó a concurso la actividad propia del centro y éste estuvo a punto de cerrar.
La misma presidenta Armengol advirtió en su discurso que «al llegar al Govern nos explicaron las dificultades del hospital y su peligro de continuidad». La situación ahora es estable. Creu Roja ha tenido un relevante papel durante la pandemia de la COVID-19 («ha puesto de manifiesto la necesidad de tener infraestructuras sanitarias», decía ayer su presidente Javier Senent) y lo seguirá teniendo en la labor de aligerar las listas de espera generadas por la emergencia sanitaria.
Aun así, la entrada de pacientes con seguros privados haría que el centro dejara de depender totalmente de los convenios con el Govern. Si bien según las autoridades consultadas es un proyecto en estudio, ya habría empresas interesadas en llegar a un acuerdo con el centro.
El presidente autonómico de Creu Roja en Balears, Toni Barceló, aseguró que las obras de renovación «han sido posibles gracias a la ampliación del convenio con el Govern y a su desarrollo, impulsado por las diferentes gerencias hospitalarias».
La mejora se inició en 2018 con un presupuesto de cerca de seis millones de euros y ha permitido un acondicionamiento integral de todas las instalaciones, la reorganización funcional de sus dependencias y la modernización del equipamiento tecnológico. El hospital que se inauguró en Palma con 20 camas en 1949, cuenta ahora con 40 habitaciones con baño cada una, 76 camas, tres quirófanos y 15 consultas externas, entre otros servicios.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Es lógico. Hay que recaudar para mejorar las infrestructuras sanitarias y los seguros privados pagan la asitencia correspondiente. A cualquier compañía privada le es igual abonar los gastos de sus asegurados a los hospitales que los antiendan, porque los han de pagar les guste o no. Solo hay que negociar, y hacerlo bien.
Efectivamente, no se entiende que inviertan 6 millones de euros de dinero público en un centros privado en lugar de construir un hospital público o ampliar el existente. Ahí está Son Dureta abandonada, u otros edificios como el de Gesa... ¡Y esto lo hace un gobierno supuestamente progresista!
¿Quién ha pagado la reforma integral? Y ahora que ocupen las camas los seguros privados? Algo no cuadra...