A través de estas iniciativas, la comunidad trata de apostar por el medio ambiente, la promoción del turismo sostenible, el cuidado del patrimonio histórico y el apoyo a la investigación científica, formación de empleo y acceso a alquiler social. Desde el inicio de esta tasa turística, Baleares ha finalizado 46 iniciativas, como el Plan de monitorización de la posidonia oceánica, el Programa de reservas marinas de las Islas Baleares, el Programa integral de activación laboral y el Impulso a la diversificación de cultivos y a las explotaciones tradicionales sostenibles.
Hasta octubre de este año, en Baleares se habían recaudado 24,5 millones gracias a esta tasa turística, aunque la previsión es que la mayoría de la recaudación de este año se ingrese en 2022, ya que debido a la pandemia se ha aplazado por segundo año el anticipo que antes de la crisis hacían los hoteleros en setiembre. Respecto al plan de monitorización de la posidonia oceánica, cuyas praderas son «fundamentales» para la conservación de la biodiversidad, la calidad y la transparencia del agua marina, gracias a este proyecto por una inversión de 132.000 euros, se ha reconstruido una red de seguimiento que aporta información a partir de datos de todo el territorio marino del archipiélago. Las entidades han destacado que ello permite una mejor gestión de este hábitat «tan importante» para las islas.
En los últimos años, Baleares también ha puesto en marcha el programa de reservas marinas, otro de los grandes proyectos financiados con 1,2 millones de euros recaudados de la tasa turística, que se materializa en un incremento del personal de vigilancia con guardias de pesca para conservar las reservas marinas, la adquisición de embarcaciones de vigilancia y el seguimiento de los usos y los usuarios de las reservas. En total, en Baleares hay ocho reservas marinas que afectan al territorio de Mallorca, Menorca, Formentera e Ibiza, unas zonas que pueden ser de gran utilidad a la hora de gestionar la pesca y todas las actividades económicas que impulsan los recursos marinos.
Además, durante este periodo también se ha impulsado la diversificación de cultivos y a las explotaciones tradicionales sostenibles, con una financiación por 1,5 millones de la ecotasa, con el fin de reconocer la labor de las pequeñas y medianas fincas en el mantenimiento de la fertilidad del suelo, del mosaico agroforestal, la conservación de variedades locales y razas autóctonas o las marcas de calidad, entre otros. Los proyectos financiados con la ITS también pretenden fomentar la activación laboral, con programas como la creación de un programa de atención integral a personas paradas de larga duración con el objetivo de conseguir su inserción laboral, por un importe de 1,5 millones de euros. Se trata de un programa llevado a cabo en el archipiélago que pretende ayudar en la actualización de las competencias profesionales de los parados de larga duración y fomentar su empleo en sectores estratégicos.
Cabe recordar que el pasado noviembre, el portavoz del Govern, Iago Negueruela, reconoció que la gala de los premios de Los 40 Principales, celebrada en Palma, contó con 580.000 euros de los fondos de la ecostasa aportados por el ejecutivo balear, lo que generó críticas entre los sectores ecologistas y de algunos partidos tanto de la oposición como del gobierno de coalición.
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