Imagen de la sesión de este miércoles en la que lloraron dos personas: la médico acusada y el amigo de Alpha Pam. La primera dijo vivir «un infierno» desde hace nueve años por el expediente abierto en su contra por el IB-Salut. | Jaume Morey

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«Era un ser humano que estaba enfermo y que no tuvo asistencia». La madre de Alpha Pam ha declarado desde Dakar en la segunda jornada del juicio. En su testimonio, ha ratificado su acusación contra el enfermero y la médico del Hospital de Inca que trataron al joven dos semanas antes de su muerte y a los que reclama un año de cárcel por no detectar la tuberculosis que desembocó en la muerte. Ha contado que su hijo llegó a España en 2006 en patera desde Canarias y que era el «único sustento» de su familia con los envíos de dinero que hacía desde Mallorca. Sin embargo, ha señalado que su hijo no le había alertado de su enfermedad y de la gravedad de su estado. «Hablé con él el jueves y murió el domingo», recordó.

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En la sesión de este viernes también ha comparecido la amiga de Pam que le llevó al hospital de Inca y ratificó que le vio en muy mal estado. También señala que, después de ese día no supo que su estado había empeorado. El inspector médico que analizó el caso confirmó que Pam sí enseñó en el Hospital de Inca el volante del centro de salud que alertaba de una posible tuberculosis. Al menos lo hizo en admisión, donde se registraron esos datos en el sistema. Los dos acusados niegan haber visto esos documentos en el ordenador. «Si yo lo pude ver, ese mismo día también se podía ver», ha zanjado. Explicó que el Hospital de Inca tenía un protocolo para abordar casos de tuberculosis y que, en este caso no se activó a pesar de que la doctora tenía conocimiento de él.

El inspector también señaló que Pam tenía derecho a la atención médica y que, en ese momento, el decreto ley que le privaba de tarjeta sanitaria implicaba que se tenía que registrar al paciente en el sistema. El compromiso de pago que se exigía en Inca derivaba de una decisión de propio centro. El testigo confirmó que Pam acudió en trece ocasiones al centro de salud de Can Picafort pero que no consta ninguna visita entre la asistencia médica en Inca y la muerte. Tampoco que acudiera al hospital. «Revisé las cámaras», dijo. El juicio continuará el próximo día 8 de abril después de que este viernes no se haya podido tomar declaración a los peritos médicos.