Menos vehículos. La pandemia redujo en 50.000 los vehículos de alquiler en las Islas y la creciente demanda ha dejado a las empresas prácticamente sin unidades libres para la temporada alta. | Jaume Morey

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Las arcas del Estado dedicarán al menos unos ocho millones de euros a subvencionar parte de la visita a Baleares de miles de turistas con el descuento de la gasolina. Una cifra que se incrementará en los meses siguientes al 30 de junio si el Gobierno decide finalmente mantener la bonificación y sigue haciéndola extensiva a todos los usuarios sin distinción.

La cantidad señalada es un cálculo aproximado del dinero que va a ir destinado a los vehículos de la flota de rent a car de las Islas en activo entre el 1 de abril -fecha de entrada en vigor de la medida- y el 30 de junio -fecha en que expira si no se decide prorrogarla-. Del descuento aplicado por el Gobierno de 20 céntimos por cada litro de gasolina repostado, 15 céntimos corren a cuenta del erario público, ya que los cinco céntimos restantes los ponen las petroleras (salvo aquellas con una facturación reducidas, que son cubiertas totalmente por el Ejecutivo).

En este caso, se toma como referencia los 15 céntimos a fin de realizar una estimación a la baja. Igualmente, se toma el límite inferior de la cifra estimada para la flota existente, de entre 70.000 y 80.000 vehículos. Asimismo, se usan también como referencia los datos facilitados por las patronales del sector sobre la media de los vehículos alquilados y en funcionamiento durante estos tres meses (el 80 % de la flota existente); el tiempo medio de alquiler del vehículo por parte del turista (cinco días); la capacidad media de los depósitos (55 litros) y la inversión media del usuario en gasolina (una recarga completa de depósito por usuario).

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, dejó esta semana la puerta abierta a una prolongación de las bonificaciones «si es necesario», aunque es una posibilidad que todavía está en estudio. Por otro lado, el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, ha criticado que el descuento no solo no esté limitado a colectivos vulnerables, sino que se beneficien también del mismo ricos y turistas. «No hay que darle a todo el mundo de esta sala y a los turistas que vienen a España un descuento de 20 céntimos. Es algo ineficiente», opinó.

Voces del sector ya han objetado que la mayoría de los visitantes son ciudadanos de la Unión Europea -incluidos los propios españoles, que vendrán a constituir uno de cada siete u ocho turistas de esos tres meses- y que como tales pagan impuestos que revierten en todos los países comunitarios. Ramón Reus, presidente de la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor de Baleares (AEVAB), señala que «es cierto que eso ha supuesto un aliciente para que el cliente no se queje». De hecho, la bonificación ha multiplicado la visitas de vehículos de Portugal que han cruzado la frontera ex profeso en lo que se ha dado en llamar «turismo del carburante». Por su parte, el presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Baleares, Joan Mayans, se declara de acuerdo con Wetselaar. «Estamos financiando la movilidad a gente que no tributa en España», señala para añadir que «si la bonificación se mantuviera solo para las rentas mínimas o para los transportistas sería más justo y también más sencillo para las gasolineras».

Punto de vista
Germà Ventayol

Discriminados

Germà Ventayol

Hay que hacer un ejercicio de contención y reflexión. ¿Aceptaríamos un IVA especial para turistas si fuésemos a Alemania o Italia? Francamente, la cuestión es aceptar que los ciudadanos de la Unión Europea ya no pueden ser considerados extranjeros, y como tales merecen beneficiarse de las subvenciones al consumo de combustible que ha puesto el Gobierno español. Cierto que el descuento corre a cargo de nuestros presupuestos, pero es que ellos también financian las ayudas multimillonarias que recibe España para paliar los efectos de la pandemia. ¿Creemos en la UE o no?