Hace dos meses que se ha puesto en marcha toda la maquinaria quirúrgica para reducir las listas de espera, el problema es que muchos pacientes requieren quedarse ingresados y con la demanda de Urgencias, falta espacio para los imprevistos.

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El Hospital Son Llàtzer ha tenido que reprogramar hasta doce intervenciones quirúrgicas en la última semana para poder tener camas libres y así drenar a los pacientes que se van acumulando en Urgencias. En este servicio, reconocen desde el IB-Salut, la demanda ha crecido un 30 % respecto al mismo mes de 2019, lo que implica que, a 350 pacientes diarios, haya momentos de auténtico colapso.

La noche del lunes al martes «fue dura», explican fuentes internas del hospital. Ayer por la mañana había 34 pacientes sin cama y los responsables de diferentes servicios tiraron de nuevo del encaje de bolillos organizativo para poder ofrecerles una cama en planta, aunque las esperas fueron de más de siete horas.

Salut explica que, con el plan de choque para reducir listas de espera en marcha, en Son Llàtzer se están realizando unas 50 intervenciones diarias de media. El problema es que la mayoría de las operaciones requieren el ingreso posterior del paciente en planta y, con las Urgencias a rebosar, también se necesita disponer de más camas.   

«Están preocupados», explica Chari Meira, delegada del sindicato de Enfermería SATSE en este centro sanitario. «No sólo reprograman, intentan avanzar en las operaciones ambulatorias y dar altas más rápidas para poder subir a la gente», comenta.

Esta especialista advierte de que la alta afluencia de pacientes en Urgencias lleva un mes siendo delicada y «no se sabe por qué», reconoce. «Los años anteriores servían de guía para ver cómo funcionaría la temporada pero este 2022 no se está comportando igual, no entienden qué pasa», añade Meira.   

Desde Son Llàtzer, en la medida de lo posible, se están llevando a cabo derivaciones al Hospital Joan March. Por otra parte hay un acuerdo con las clínicas privadas para que vayan asumiendo a los pacientes que son turistas y que vienen con la tarjeta sanitaria europea. Aún así, el incremento es notable y no es el único factor de esta ecuación. El SATSE recuerda que la unidad 1D sigue cerrada y no por optimizar los recursos que no son necesarios, como dijo hace semanas las consellera en el Parlament, sino porque no hay sanitarios suficientes para abrir. De hecho, «a 1 de julio todavía faltan 30 enfermeras para cubrir vacaciones», explica el sindicato.

Creen que en Mallorca ya está pasando la carencia de trabajadores que lleva años sucediendo en Eivissa, «está fatal», señalan. Y no es un asunto baladí porque va más allá de la gerencia de Son Llàtzer. «Como no se pongan las pilas en captar, no hay plan, cada vez se está yendo más gente a la Península y no vienen», explica Chari Meira, quien recuerda que todas las estudiantes graduadas este año están contratadas.

Punto de vista
Germà Ventayol

Costuras rotas

Germà Ventayol

El sistema sanitario público de Baleares está al límite, los gestores tratan de evitar el colapso definitivo poniendo parches aquí, allá y acullá; pero la solución definitiva no llega. La demanda no deja de crecer y la falta de profesionales no es posible suplirla, añadan que las infraestructuras también son insuficientes. Tirar de sanidad privada es una opción, a base de poner millones sobre la mesa. Llegará el momento de tomar decisiones drásticas, y huelo que serán las más incómodas.

Las claves
  1. Son Espases también tiene picos históricos

    El servicio de Urgencias de Son Espases también nota el incremento de la demanda desde hace un mes. De hecho, el 23 de mayo se batió el récord de un registro diario de pacientes con 579, una cifra a la que sólo se aproximaban durante el mes de julio.

  2. EL SAMU 061 se refuerza en verano

    El incremento de la demanda asistencial es constante desde el pasado mes de noviembre en el 061, lo que ha obligado a reforzar el plan estival. La actividad de este servicio, que en mayo realizó 18.800 asistencias, aumentó un 41 % respecto a años anteriores.

  3. Hasta 3.431 actividades extraordinarias

    Durante el mes de abril, en el Hospital Son Llàtzer se realizaron un total de 3.431 actividades extraordinarias de más, enmarcadas en el plan de choque para reducir las listas de espera. De éstas, 1.077 fueron de radiología, 591 pruebas diagnósticas, 1.624 consultas externas y 139 operaciones.