En el centro educativo público Pintor Joan Miró de Nou Llevant, en Palma, un alumno puede cursar Infantil, Primaria y Secundaria. Este modelo, conocido como escuela instituto, también se da en el CEIP y ESO Son Quint. El sistema empezó a funcionar hace cuatro cursos y este año ya se ha graduado, en ambos centros, la primera promoción de alumnos con la ESO. La experiencia ha sido tan positiva que el CEIP Gabriel Vallseca y el IES Aurora Picornell quieren seguir la estela y estrenarán este modelo unificado el próximo curso.
«Tenemos muchos problemas de absentismo y abandono escolar y viendo que en el Joan Miró y el Son Quint han mejorado, hemos decidido apostar por un cambio», según la directora del IES Aurora Picornell, Begoña Barahona. «Convertirnos en escuela instituto nos puede ayudar a crear vínculos y comunidad. Las familias verán una continuidad y se implicarán más», apunta. El Aurora Picornell se encuentra en el barrio de La Soledat y tiene la peculiaridad de que es el único instituto que, hasta ahora, incluirá por primera vez Primaria dentro de su oferta educativa. «Crearemos una escuela desde cero», dice, y añade que empezarán con tres primeros cursos y en 2023 sumarán el cuarto. Asimismo, no añadirán preescolar porque justo delante está la Escola d'Educació Infantil Paula Torres. «Los niños de allí podrán venir al nuestro y no tendrán por qué ir a un concertado», comenta la directora. Con el cambio también han acordado eliminar la Formación Profesional. «Ofreceremos comedor, que es importante para las familias de la zona, y también podrán ir alumnos de Secundaria», avanza. Este sistema requiere disponer de mucho espacio para albergar a más estudiantes.
Ejemplos a seguir
En 2006, el Pintor Joan Miró impulsó una transformación del centro para que fuera «comunitario, inclusivo y abierto al barrio», recuerda la actual directora, Marina Vallcaneras. En el curso 2016-2017 pidieron a la Conselleria d'Educació ser una escuela instituto porque, pese a haber reducido el absentismo a través de un intenso acompañamiento de los alumnos, cuando se iban al instituto «todo se perdía». Vallcaneras no culpa a nadie, pero el cambio de centro les perjudica y por eso trabajaron por el nuevo modelo, que pusieron en marcha en el curso 2018-2019. «Establecemos un vínculo entre los alumnos que se mantiene en la ESO y sirve para reconducir algunos comportamientos adolescentes», asegura, y cree que esta relación no se da en los centros privados y concertados.
La directora del Son Quint, Jona Maria Seguí, explica que perdían alumnado porque la escuela está rodeada de centros concertados y privados que ofrecen todas las etapas educativas. «Si venían al nuestro, al acabar Primaria los padres tenían que cruzar la autopista para llevar a sus hijos a un instituto cercano», afirma. El acompañamiento que dan es vital y defiende que este modelo evita el abandono: «Con nuestro sistema hemos garantizado que un 95 % de los alumnos acaben la ESO e incluso que luego hagan una FP», señala.
2 comentarios
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Enviar nins de 11-12 anys a un institut va ser un dels errors més greus que s'han comès en l'àmbit educatiu. Si amb iniciatives d'aquest tipus aconseguim reconduir aquesta situació, s'han de potenciar. A Algaida ja fa temps que ho demanam, al manco fins 4rt d'ESO, o els primers dos cursos com a mínim. Segur que hi ha moltes altres escoles amb les mateixes peticions.
Molt bé, docents, aquest és el camí. El gran problema que tenim és l'abandonament escolar, però no es pot substituir la feina de la família. La solució als països amb bona educació és donar moltes ajudes a les mares a canvi d'obligar-les a implicar-se amb l'escola (serveis socials). Això vol dir que han de seguir les pautes que marca l'escola, que són els que en saben, d'educació