Mallorca y Francia han mantenido desde hace siglos un vínculo estrecho. Son culturas similares, bañadas por el mediterráneo, con una lengua, gastronomía y forma de ver la vida parejas. Los flujos migratorios entre ambas regiones han sido constantes, aunque cambiantes con los años. En la última década el prototipo de residente francés en Mallorca ha pasado de jubilados a personas de entre los 35 y 50 años, familias enteras con niños en edad escolar. Entre los parámetros que motivan este cambio de paradigma, explica el cónsul, se encuentran la búsqueda de un lugar con menos tensiones, en un entorno parecido y muy bien comunicado con Francia, a apenas hora y media de París en avión. Además, muchos de ellos apuestan por la creación de empresas en sectores como el inmobiliario, la náutica, el diseño o el vino. «Yo siempre les digo lo mismo: comprender, entender y proponer», subraya el diplomático. Con tal motivo, el consulado francés colabora con asociaciones, como el Club de Empresarios de la PIAF (CEP) que trata de aunar a empresarios francófonos y otros residentes en la isla para crear sinergia o Francia a la Vall de Sóller, cuya labor es buscar entre el pasado para conocer y mantener viva la bonita historia de amor entre Sóller y Francia.
Un nicho
El turismo francés en Mallorca también se ha incrementado en los últimos años y de forma muy notoria, «entre un 15 % y un 20 % anualmente. Francia está redescubriendo Mallorca. Es un nicho y cada vez va a ir a más», apunta Magnier. Concebían Baleares del estilo Benidorm, pero desde La PIAF, y en colaboración con el Consell de Mallorca, se ha promocionado Mallorca de cara a un turismo familiar, de nivel adquisitivo medio-alto, que busca tranquilidad muy cerca de su frontera.
En relación a este aumento de visitantes, hablar francés, asegura, es cada vez más útil y necesario y aboga por fomentar su aprendizaje. «El año pasado visitaron Mallorca 850.000 francófonos. Si hemos hecho esfuerzos para hablar a la clientela alemana, ese mismo interés debe de existir con Francia. El potencial de clientes implica conocer el idioma». No es una habilidad que favorezca solo en la hostelería, sino que «si hay un arquitecto que hable francés será más fácil que gane ese mercado». Tampoco se delimita al ámbito profesional...«Cuando uno habla francés, lo habla de corazón a corazón», mantiene. El verano se le antoja a Magnier con mucho trabajo, debido a la gran afluencia de turistas franceses que se esperan. Sin embargo, este jueves por la tarde la tiene reservada para la celebración con sus compatriotas de un día señalado en el calendario. Cantará la marsellesa dos veces, en el Port de Sóller y en la fiesta de la PIAF en Illetas.
8 comentarios
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LectoraMe parece que tu dni también pone nacionalidad ESPAÑA, te puedes marchar, los hispanomallorquines de pura cepa no queremos catalanistas como tú, recuerda que parte de tus apellidos bo son mallorquines, son lo que tu llamas "españoles".
Están descubriendo Mallorca, Francia, Australia, USA... y donde los vamos a meter?
Millot francesos que no espanyols i hispanoamericans anti-mallorquins,enemics de la nostra llengua i de la nostra cultura. Si no hi cabem, podem fer el canvi d'uns pels altres.
Turismo de masas va a provocar que la clase trabajadora se tenga que ir de Mallorca porque sera tan caro como Paris, Mónaco, Miami, ya pueden comprar robots
Tú lo has dicho, esto va a explotar como venga más gente....
Resuta que la isla se está llenando de extranjeros en forma de turistas o residentes que se supone que dejan riqueza,excusa por la que el Govern aboga por esta masificación, y sin embargo los residentes de clase trabajadora ,no los que viven de rentas de su patrimonio, son más pobres y con más problemas en los servicios publicos. Nos hemos convertido en la isla bananera de alemanes, suecos,franceses, etc...ah, y ahora de kos americanos.
😂😂😂😂😂😂
Deberían aprender ellos inglés o español.