Marion Leprieur, María Ramis, Yolanda Jimémez, Nico Llabrés y Florence Tricoire durante la celebración en la Alianza Francesa de Palma este jueves por la tarde. | Marina J. Ramos

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¡Vive la France! Ha sido una de las consignas más proclamadas de este jueves, 14 de julio, día de la Fiesta Nacional de Francia. Mallorca ha estado desde hace siglos vinculada con Francia, debido a su proximidad geográfica y cultual. Los lazos entre ambas naciones son mutuos: entre ocho y diez mil galos residen permanentemente en la isla y otros muchos mallorquines se interesan por la cultura francesa. Es el caso de los alumnos de la Alianza Francesa de Palma, que estudian la lengua franca, bien por curiosidad o por necesidad profesional, y que este jueves por la tarde han celebrado el tradicional aniversario de la toma de la Bastilla. Lo han hecho entre copas de champagne, «palets bretons» -galletas de mantequilla- y «gâteau au chocolat» -un bizcocho al estilo brownie-. Hay quien hasta se ha animado con los primeros versos de la marsellesa.

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El centro atiende a alumnos de todos los niveles en cursos particulares y clases grupales o de expresión oral. Su objetivo no es solo transmitir los conocimientos lingüísticos, sino acercar la cultura y la 'façon de vivre' francesa. De todas las edades y perfiles, entre los estudiantes, si hablamos de acérrimos francófilos, destaca José Alberto Gracia Sánchez, palmesano de 24 años. Estudió francés en el instituto y hace un año retomó las clases con mayor entusiasmo. El 14 de julio, asegura, le recuerda su amor por el país: «La cultura francesa me llena. La siento muy cercana. Creo que también, hablar una tercera lengua me puede abrir muchas puertas». Entre clase y clase también lo ha celebrado con un brindis María Ramis, de 20 años. Hace dos semanas que ha empezado a aprender el idioma: «Domino ya el inglés y el alemán, y el francés ha sido una lengua que siempre me ha llamado la atención. En un futuro me gustaría visitar el país y a una amiga francesa que tengo allí».

Marion Leprieur, profesora de francés procedente de Biarritz, explica que el interés de la mayoría de sus alumnos mallorquines recae en la proximidad entre Francia y España. «También tenemos gente a la que simplemente le gusta aprender idiomas diferentes por curiosidad». Leprieur este año ha celebrado su Fiesta Nacional con sus alumnos, en una pequeña celebración en la academia, lejos de casa, dando a conocer su cultura en el extranjero. «Normalmente el 14 de julio voy con los amigos a ver los fuegos artificiales. Hay por todo el país. Después, vamos a los tradicionales bailes con bomberos. Aunque suene en España un poco extraño, en Francia durante la Fiesta Nacional los bomberos suelen organizar bailes en cuarteles o barrios», explica.