Menú italiano. La hostelería y la restauración es el principal destino de los trabajadores italianos en las Islas, al igual que sucede con el resto de nacionalidades. Junto con el segundo sector, la construcción, aglutinan más del 57 % de los afiliados extranjeros a la Seguridad Social. | M. À. Cañellas

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Italia se ha consolidado como el principal exportador de mano de obra extranjera para las Islas. Los trabajadores procedentes del país transalpino son los más numerosos con diferencia entre el conjunto de nacionalidades que se han hecho un hueco significativo en el mercado laboral balear, tanto de la UE como de fuera de las fronteras comunitarias.

Los 18.132 italianos afiliados a la Seguridad Social en el pasado mes de julio constituyen el 31,5 % de trabajadores de países de la UE presentes en el archipiélago y el 14 % del total de extranjeros. La marroquí es la segunda nacionalidad en la lista con 11.787 afiliados, seguida por la alemana (11.290) y, ya a distancia, por británicos (6.807) y colombianos (6.697).

Hostelería y restauración es el sector de destino preferente para los italianos que acuden al archipiélago en busca de trabajo, una migración espoleada por la gran cantidad de negocios especializados en la gastronomía de ese país. Para Alfonso Robledo, presidente de CAEB-Restauración, el creciente protagonismo del italiano entre la mano de obra extranjera presente en las Islas está proporcionalmente relacionada con el asentamiento de este tipo de oferta. «Hay muchísimos restaurantes italianos y nunca paran de abrir nuevos locales. Y gran parte de los empresarios que llegan para invertir y abrir sus negocios prefieren traerse de allí a su propio equipo», señala.

La italiana ya era la nacionalidad que más mano de obra aportaba a las Islas antes de la pandemia (16.750 en julio de 2019), si bien su presencia se ha incrementado este año. Y lo ha hecho en contraposición a la bajada exhibida por el resto de nacionalidades europeas con mayor representación: el número de trabajadores alemanes, británicos, búlgaros y rumanos ha descendido y solo nacionalidades extracomunitarias como la marroquí o la colombiana han podido seguir la estela italiana y experimentar un ascenso en sus cifras.

Por otro lado, del gran incremento interanual de afiliados a la Seguridad Social en el mes de julio -de un 11,1%, el más alto de España- tuvo gran parte de culpa la contratación de extranjeros, que creció un 2,3 % respecto a junio y hasta un 20,3 % respecto a julio del año pasado. Incluso supera en 5.000 trabajadores a los afiliados en 2019.

Con 130.994 afiliados de otras nacionalidades, la comunidad balear es la que registra un mayor crecimiento de mano de obra extranjera, duplicando con ello la media estatal, del 10,1 %. En números absolutos solo cuatro comunidades -Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunitat Valenciana- superan el número de trabajadores foráneos, aunque en ninguna son tan numerosos en proporción a su población o al total de trabajadores del territorio: uno de cada cinco trabajadores baleares, el 21 %, es extranjero. El sector de la hostelería concentró el 46 % de esos trabajadores y la construcción casi un 12 %.

Punto de vista
Germà Ventayol

Una pizza laboral

Germà Ventayol

Baleares no deja de acumular récords, algunos tan variopintos como el de pizzerías, a la vista de los datos del mercado laboral; vamos que lo de pizzaiolo es una profesión con futuro. Si residentes y turistas se pirran por la gastronomía italiana es preciso contraatacar con decisión y abrir, cuanto antes, un establecimiento –el Aníbal– de cocarrois y cocas de verdura frente al Coliseo de Roma. Por algún sitio habrá que empezar. Mientras, dejemos que los italianos vengan a hacer sus pizzas y tortellini por aquí que las nuestras son Islas en las que caben todos y de todo, según queda patente este verano. Ya puestos me pediré un arroz a la milanesa o unos huevos a la florentina para comer. ¡A su salud!