Vista general del casco urbano de Palma con la bahía a la derecha. | A.S.

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Baleares es la provincia que tiene un mayor porcentaje de áreas tensionadas en lo que respecta al precio del alquiler de la vivienda, lo que la llevaría a ser la más afectada por la regulación y limitación de los alquileres que se plantea en la futura ley de vivienda estatal. El estudio llevado a cabo por la consultora inmobiliaria Atlas Real State Analytics desvela que las Islas acumularían la mayor proporción tanto de áreas –delimitadas en función de los códigos postales– como de hogares considerados «tensionados» si se siguieran los criterios más restrictivos que planean sobre la futura ley, superando con mucho las medias estatales. De esta manera, sería la provincia donde la limitación del precio de los alquileres tendría un mayor impacto.

La ley fue aprobada por el Consejo de Ministros en febrero del año pasado, pero las discrepancias entre los socios de gobierno y otras fuerzas parlamentarias en determinados puntos la mantiene atascada desde entonces. Uno de esos puntos es la definición del criterio para la declaración de una zona como «tensionada». Desde Unidas Podemos, en la línea de ERC y EH Bildu, se pretende suavizar las condiciones para que una zona sea declarada tensionada (provocando con ello que las restricciones sobre el mercado sean mayores) y es precisamente en base a esas diferencias que el estudio analiza tres posibles escenarios. La idea del Ejecutivo es tener el texto listo en febrero o marzo a más tardar, y así poder presentarlo como baza de cara a las elecciones. En cualquier caso, los gobiernos autonómicos tendrían la potestad de modular los condicionantes de la ley anteriormente reseñados con sus propias normativas.

Así, en el primero y más restrictivo de los tres escenarios barajados, que implica declarar como tensionados simplemente áreas y hogares en los que la población residente debe destinar más del 30 % de sus ingresos al pago del alquiler, Baleares acumularía un 85 % de códigos postales y un 94 % de hogares dentro de dicha categoría, frente al 14 % y el 40 % de medias estatales. Eso significa que 503.951 de los hogares baleares (de un total de 532.991) deberían ser objeto de la limitación de precios al considerarse tensionados en base al estudio, que cruza los datos de las rentas medias de cada hogar y el precio del alquiler en base a cifras de diciembre de 2022.

Segundo y tercer escenarios

En el segundo escenario se calificaría como zona tensionada aquella que presentara una tasa de esfuerzo media del 30 % y que además el precio del alquiler hubiera subido por encima del IPC regional en los últimos años. Con estos parámetros menos restrictivos, solo el 20 % de los códigos postales baleares y un 46 % de los hogares se verían afectados; esto es, 246.512 viviendas. Las medias estatales son de un 4,7 % y un 23,6 %, respectivamente. Por último, en el tercer escenario -el menos restrictivo- se declararían tensionadas zonas que aúnen los requisitos anteriores pero fijando la subida del precio del alquiler al menos un 5 % por encima de la subida del IPC regional. En este caso, Balears contaría con el 20 % de códigos postales y un 40 % de hogares (216.810) considerados tensionados, frente a medias estatales de 4,2 % y 19,8 %, respectivamente.

Punto de vista
Germà Ventayol

Mucha tensión

Germà Ventayol

Hablamos, de momento, de un futurible, por eso hay que esperar a saber en qué acaba esa futura ley de la vivienda y su regulación sobre el mercado de la vivienda en régimen de alquiler. La cosa está complicada, apretar a la baja –como se pretende por parte de algunos partidos de izquierda– puede provocar la salida del mercado de numerosos inmuebles. La fórmula ya ha sido testada en otras capitales mundiales y no funciona. No aprendemos.

Las claves
  1. Ibiza es la isla con más zonas tensionadas: «No se construye para el local»

    Bermúdez destaca el caso de Eivissa, en que «prácticamente el 100 % de la isla está tensionada». Entre otras causas, «las viviendas ya no se construyen para la población local, sino para turistas o grandes tenedores». Además, señala, la situación de un área tensionada afecta también al mercado de compraventa y por tanto al conjunto de hogares de una zona.

  2. Más viviendas sociales e incentivos fiscales, soluciones alternativas

    Natalia Bueno pone el dedo sobre el exiguo parque de viviendas sociales en Baleares como aspecto a mejorar si se quiere paliar el problema de la vivienda, de modo que «llegue al 20 % o 30 % de media europea y no el menos del 5 % que tenemos hoy». Propone además incentivos fiscales para propietarios que opten por poner a sus arrendatarios precios más bajos de lo que marca el mercado y penalizar a los que lo sobrepasen.