También ha destacado su contribución económica, social y cultural por haber sido conseller de Cultura del Consell General Interinsular, organismo anterior a la creación del Consell de Mallorca, pero también director de la Obra Social y director general de la Fundació La Caixa. Además de ser impulsor del Cercle Financer de Balears, entre otras iniciativas. El presidente de la Real Academia, Román Piña, que fue director de la tesis de Conrado, ha presidido la investidura de su antiguo alumno, que ha centrado su discurso en la historia del Palau de l’Almudaina.
«Las obras que superan el tiempo están por encima de todas las maravillas de la naturaleza», ha dicho citando a los clásicos en referencia a esta edificación, y recordando que sus muros han escuchado hablar tantos idiomas como el latín, el árabe, el catalán y el castellano. «La historia de la Almudaina es inseparable de la historia de Mallorca», ha afirmado, y ha reivindicado que pese a que por la isla han pasado múltiples civilizaciones, existe una «continuidad» entre todas ellas que ha quedado plasmada en este palacio.
El académico ha señalado el origen talayótico del edificio, puesto que en esa zona «no sería absurdo considerar que hubo un poblado ciclópeo». También ha defendido el origen romano de sus murallas, que no serían exclusivamente árabes, como se suele pensar. Asimismo, ha recordado que tras la caída del Imperio romano de Occidente, una edad oscura impide saber detalles de las Islas hasta el siglo IX. En resumen, ha repasado cada período histórico del palacio con pasión.
Al acto han acudido personalidades como el exrector de la Universitat de les Illes Balears, Llorenç Huguet, el exalcalde de Palma, Joan Fageda y la escritora Carme Riera.
