El acto se inició con la bienvenida de Llorenç Fluxà, presidente de APD Balears, y la presentación general a cargo de Adrian McNicholl, de Laminar Pharma, quien destacó que «Baleares son islas, pero no vivimos aislados, y por ello estamos expuestos a las alteraciones de los ecosistemas, sobre todo la subida del nivel del mar. De igual modo que no hay planeta B, no hay Baleares B, y nuestros recursos son agotables y están agotándose».
El primer panel de la jornada, dedicado al Planeta y moderado por Juan Alba, de Adalmo, contó con la participación de Pablo Rodríguez, de la Fundació Marilles; Kike Ballesteros, del Centre d'Estudis Avançats de Blanes (CSIC); y Chisco García, de la Fundación Ellen Macarthur.
Alba introdujo la mesa redonda subrayando que «Baleares es punta de lanza de la sostenibilidad, con empresas pioneras en este ámbito».
Pablo Rodríguez señaló que «estamos superando límites ambientales hasta alcanzar puntos de no retorno. El cambio climático es el mayor reto existente y, por tanto, tiene que ser una lucha de todo el mundo. Estamos todos en el mismo barco y hay que remar en el mismo sentido. Hay quien puede creer que un aumento de medio grado en la temperatura media del planeta es irrelevante, pero la desaparición de muchas especies puede depender de ese medio grado».
Pablo Rodríguez también se refirió «a los objetivos de protección del 30 % del mar en 2030, con un 10 % de preservación estricta en forma de santuarios marinos. Respecto al 30 %, Europa y España están ahora en torno al 12 %, pero respecto al 10 % de protección estricta, Baleares sólo está en el 0,2 %».
Kike Ballesteros indicó que «el mar es el signo identitario básico de Baleares. Por tanto, es un valor muy preciado que hay que conservar. Los cinco factores de degradación del Mediterráneo son la pérdida de hábitats, la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático y las especies invasoras. En cualquier caso, Baleares ha hecho los deberes con la creación de reservas marinas, lo que ha permitido que en Cabrera haya más flora y fauna que hace 40 años. Lo mismo ha ocurrido en otras áreas marinas protegidas. La sociedad balear no debe repetir en el mar la misma degradación que en tierra».
Por su parte, Chisco García explicó «la importancia de atender las materias primas, el proceso de fabricación, la logística, la ecoeficiencia y las mejores prácticas de uso para que las empresas sean sostenibles y se integren en la economía circular. No debería introducirse ningún producto en el planeta sin saber cómo va a acabar».
El apunte
Cuatro millones de personas que dejaron su trabajo
2 comentarios
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També podríem tomar hotels i construccions a primera línea de mar per poder regenerar la costa. Rectificar és de savis, mos vàrem equivocar i ara toca arreglar-ho.
Idò començarem per criticar l'anunci duna cervesa on una celebrity i els sus amigots dins un gran iot de luxe fan festa, com si tots els que duim més de 50 anys anant a la mar féssim el mateix. Si qualqú ha de limitar-se a les nostres costes primer han d'ésser els que fan negoci chárter,lloguers de barques sense llicència, les explotadores de platges (concesions d'ajuntaments). Ens omplim la boca...el negoci és el negoci. Deixau de beure aquesta cerveza i prou...