Tradicional rezo colectivo musulmán en Palma con motivo de la Fiesta del Sacrificio

La Eid al-Adha es una celebración musulmana que conmemora un evento importante en la historia de las religiones monoteístas. La festividad se lleva a cabo en honor al profeta Abraham y su disposición a sacrificar a su hijo Ismael como prueba de su fe inquebrantable en Dios. Durante cuatro días, los musulmanes de todo el mundo se unen para participar en rituales significativos y reflexionar sobre los valores fundamentales de su religión.

La Eid al-Adha coincide con el peregrinaje anual a la Meca, conocido como el haj, que es uno de los cinco pilares del Islam. Este viaje es considerado una experiencia espiritual y un deber religioso para aquellos musulmanes que son capaces de realizarlo. Durante el último mes del calendario musulmán, el dhu ul-híyyah, la comunidad se prepara para la llegada de la Eid al-Adha.

En el rezo colectivo se recuerda la obediencia y el sacrificio de Abraham, y el imán Usama Mohammed, líder religioso, ha ofrecido un discurso que aborda los principios fundamentales del Islam y brinda orientación espiritual a la congregación.

Antes de la oración, se ha realizado una colecta entre los presentes para las mezquitas de Palma. Orientados todos hacia La Meca, el grupo de hombres, más numeroso, se ha colocado delante, y el de mujeres, unos metros por detrás. Todos ellos, descalzos y sobre sus respectivas alfombras. Ataviados con túnicas o ropa de calle, el ritual ha ofrecido momentos de recogimiento y profundo silencio.

Tras una media hora, y una vez concluido el discurso del imán, a las 08.00 horas las familias se han dirigido a sus hogares para llevar a cabo un ritual esencial de la Eid al-Adha: el sacrificio de un cordero. Este acto simboliza el sacrificio de Abraham y su hijo, y se realiza siguiendo estrictas normas y reglamentos islámicos, del mismo modo que se cumplen las normativas sanitarias. El animal sacrificado debe ser tratado con respeto y humanidad, y su carne se comparte posteriormente entre la familia, los amigos y, lo que es más importante, los menos afortunados.

La generosidad y la caridad son aspectos fundamentales de la Eid al-Adha. Al compartir la carne del cordero sacrificado, los musulmanes fortalecen los lazos comunitarios y practican la solidaridad con los más necesitados. Una parte significativa de la carne se destina a los pobres y a quienes tienen dificultades económicas para que también puedan disfrutar de la festividad y sentirse parte de la comunidad.

La Eid al-Adha no solo es una ocasión para la reflexión y la oración, sino también para la alegría, el intercambio de obsequios y la reunión con los seres queridos. Las familias se visten con sus mejores ropas y se visitan mutuamente, compartiendo comidas tradicionales y dulces festivos. Por su parte, los niños reciben regalos.