El incremento de las dimisiones laborales, espoleado por el punto de inflexión que supuso la crisis sanitaria, bebe de la escasez de mano de obra: la abundancia de ofertas de trabajo favorece la movilidad de personal, especialmente entre los jóvenes, que, al contrario que las generaciones precedentes, ni suelen buscar un trabajo de por vida ni están dispuestos a conformarse con lo primero que le ofrecen.
«Ha habido un cambio de paradigma que ha coincidido con el cambio generacional. Además, la pandemia ha servido como revulsivo o detonante al haber sido un largo periodo de reflexión vital». Pau A. Monserrat, consejero del Consell Econòmic i Social de Balears (CES) y profesor de Economía Financiera en la UIB, quien ha escrito diversos artículos sobre la Gran Dimisión, afirma que «la gente ya no se plantea el trabajo como antes: hace 20 años el trabajador cambiaba una serie de sacrificios y su fidelidad a una empresa por estabilidad, seguridad y un sueldo que le permitiera vivir con cierta comodidad».
«Los jóvenes son cada vez más exigentes, mientras que las empresas ofrecen cada vez menos»
Pau A. Monserrat, economista y consejero del CES
Las condiciones salariales no son las mismas de hace una o dos décadas, afirma, ni tampoco las expectativas y demandas de los propios empleados. Todo ello conforma un escenario peculiar. «Los jóvenes de ahora son cada vez más exigentes y menos dispuestos a aguantar, mientras tanto las empresas ofrecen cada vez menos: los sueldos son más bajos y la estabilidad menor». Eso ha desembocado en un mercado laboral marcadamente dinámico en el que la fidelidad a una firma es cosa del pasado.
La cifra de dimisiones o bajas voluntarias en España (ni el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ni el Govern Balear disponen de los datos desglosados del Archipiélago) se ha incrementado un 37 % desde 2019 y hasta un 45 % desde 2018. De las 48.152 casos registrados hasta junio de 2019 se ha pasado a 65.819 en los primeros seis meses de 2023. Una tendencia al alza que ya se empezó a fraguar en 2022.
Los trabajadores de ahora no tienen miedo a perder un empleo y sí una vocación más marcada por la rotación y el cambio de aires en su experiencia laboral. «Antes se buscaba una profesión para toda la vida y ahora lo normal es tener al menos tres o cuatro», señala Monserrat.
Por otro lado, echan a faltar una serie de intangibles en la oferta empresarial que las generaciones anteriores no valoraban con la misma intensidad o directamente ni reparaban en ellos. Así lo ve también el conseller d'Empresa, Ocupació i Energia, Alejandro Sáenz de San Pedro, quien coincide con Monserrat en que la pandemia ha tenido un papel decisivo como acelerador de ese cambio de mentalidad. «Trastocó muchos hábitos y cada vez se está valorando más cosas como el ocio, el tiempo libre...», señala el conseller para añadir que «muchos departamentos de recursos humanos ya lo saben e incorporan esos intangibles en la negociación con los trabajadores. Las empresas están intentando interiorizar esas cosas para fidelizarlos».
La solución, insiste, pasa porque la empresa proponga proyectos de vida atractivos. Máxime cuando hay que asumir que el modelo de antes no va a volver. «Ahora la gente va a estar continuamente en el mercado».
Las patronales baleares son cada vez más conscientes de ese hecho e intentan adaptarse a los nuevos tiempos. Toni Monjo, director de la Asociación de Industriales de Mallorca (ASIMA), señala que «los trabajadores se van porque hay mucha oferta y mucha competencia entre empresas por hacerse con sus servicios», por lo que asume que «o eres capaz de atraerlos con mejores salarios y condiciones laborales o no tienes nada que hacer».
Idéntica visión transmite Antoni Gayà, presidente de la patronal del comercio Afedeco, quien indica que se está dando «un cambio de tendencia innegable» en cuanto a los proyectos profesionales de la actual mano de obra disponible en el mercado.
En cualquier caso, el tránsito empresarial hacia nuevos modelos de gestión de los recursos humanos no va a ser fácil ni mucho menos uniforme. Básicamente debido al anquilosamiento de gran parte del tejido empresarial en sistemas y hábitos del pasado. «Tenemos una cultura empresarial que en gran parte no sabe como gestionar esto», señala Monserrat para añadir que el nomadismo digital, por ejemplo, ofrece nuevos alicientes a los jóvenes frente a empresas locales que ni siquiera han sabido o podido implantar el teletrabajo. «La contratación del talento se está internacionalizando y muchos de esos trabajadores trabajan desde aquí para empresas de fuera».
«Los trabajadores exigen una modernización que las empresas en muchos casos todavía no han afrontado»
Jordi Mora, presidente de PIMEM
En el caso de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM), Jordi Mora, afirma que «hay una desconexión entre las expectativas de empresas y trabajadores». Mora, que afirma que llevan tratando el problema desde hace un año, señala que «no podemos culpar de esto a los jóvenes», ya que «muchas veces las empresas no les estamos ofreciendo la modernización que demandan, además de cosas como mayores retribuciones, buenos horarios, conciliación con la vida familiar... Hemos de intentar integrar los dos mundos, el de los intereses de la empresa y el de los trabajadores».
Desde la patronal, explica, se está trabajando en programas para ayudar a las empresas a dar ese salto de vanguardia que las adapte a las demandas actuales, como, por ejemplo, la mejora de las condiciones del ambiente de trabajo y los beneficios para la salud mental de los empleados que ello conlleva. «Hay que empezar a adaptarse al siglo XXI y agilizar procesos como el paso a la digitalización. Es imprescindible poder atraer al talento y retenerlo».
El apunte
Las dimisiones se incrementan un 45 % desde 2018
74 comentarios
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Luis uribe sanchezEstrés post-vacacional :)
empresaurios , esclasaurius … muchas palabritas pero poco emprendedor y mucho funcionario. En fin , país de vagos y vividores ! Salud y botón rojo :)
El Sr. que se ve en la foto ¿ es trabajador de baja laboral ?
La gent vol treballar per viure sa vida, no ser explotats i viure per fer feina no és gens mal d'entendre
La eterna lucha entre el capital y la fuerza de trabajo. Ambos necesarios para el progreso. Hay empresa sin mano de obra? Hay mano de obra sin empresas? Se ha de respetar y dar prioridad a lo primero, creo yo. A lo mejor estamos en camino a ello
Como pequeño empresario, puedo decir que el tema es fotut. Cada vez hay menos gente que quiere trabajar. Los que puedan permitírselo, olé por ellos. Eso hace que sea difícil de entrada encontrar personal. Al haber tan pocos, se ven con poder de pedir un dineral, que no todos podemos alcanzar. No solo es el sueldo que tienes que darles, sino el dineral que te cuesta en total. Yo les doy libertad, no les estoy encima, tienen un horario de lujo intensivo, hacemos todos los puentes del año... No puedo hacer más. Están contentos. Pero sé que si solo miran el dinero, se van a ir y no podré retenerlos. Es lo que hay, está el tema complicadísimo, y cada vez peor.
Camaiot PowerMui bien dicho
EN PEPÊT GONELLAMe quito el sombrero ante su segundo comentario y yo sin haber sido empresario, siempre he pensado lo mismo que usted comenta. Jamás entenderé a quienes regentan una empresa y tienen delante suya a un empleado competente y comprometido con su trabajo, que en lugar de hacer que se sienta a gusto, decidan explotarlo consiguiendo al final el efecto contrario. Desde el momento en que un trabajador se sienta arropado, reconocido y sobre todo bien pagado, será un valor activo para la empresa, pero lamentablemente esta filosofía la siguen pocos, ya que al parecer ese día muchos no fueron a clase. Un trabajador feliz y contento siempre rendirá por encima del resto y terminará haciendo ganar mucho más a la empresa, es de cajón.
SE VAN A ELIMINAR DECENAS DE MILES DE PUESTOS DE TRABAJO EN UNA DÉCADA... Si unos no quieren trabajar y todo les cansa y los otros no quieren formar, ni crear equipos ... pues.. La Pandemia rompió la lealtad empresa-trabajador, ya venía de antes, pero la Pandemia fulminó la poca cultura de equipo que quedaba .. y a esos que dicen que cuando ellos montaron un negocio...VIVIMOS EN OTRO MUNDO SEÑORES... DESPIERTEN... Por otro lado viene la AUTOMATIZACIÓN.. preveo muchos negocios con sensores en la puerta, tarjeta de crédito para entrar.. pagas y luego por una ventana recoges lo que hayas previamente pagado... idem cafeterías y restaurantes, tiendas.. de todo... También imagino infinidad de negocios unipersonales de muy poca clientela... En Hoteles se suprimirán el 70% de los trabajos... e incluso llegará a la administración pública... Las personas ya no importan.... lo saben los empresarios, lo saben los políticos y lo sospecha muchos trabajadores... Triste, si, pero la realidad es lo que tiene... y cuanto antes veamos lo que viene mejor nos adaptaremos.. aunque conociendo Mallorca.. ya sé lo que va a pasar.....
¿Es verdad que las personas están dejando sus empleos debido a la extrema explotación laboral que están experimentando y a los salarios precarios? Si no es así, ¿podrían los empresarios considerar buscar ayuda psicológica para comprender por qué sus trabajadores están optando por irse? Parece que esta explotación no está recibiendo el reconocimiento que merece en el ámbito público. Por otro lado, la inspección laboral parece aparecer únicamente para disfrutar de un tentempié por la mañana, ya que regresan justo a la hora de fichar para irse lo antes posible. Además, circulan comentarios sobre la falta de efectividad de las multas impuestas a las empresas en términos de desalentar estas prácticas.