El Lady Moura, en la bahía de Palma. | Gabriel Alomar

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El Lady Moura, un clásico y familiar huésped del Club de Mar, vuelve a visitar sus pantalanes. Su inconfundible silueta que, antaño llegó a formar parte del paisaje costero de la bahía al establecer su base en Palma, ha vuelto a aparecer tras un tiempo de ausencia.

Cuando fue entregado en 1990 ocupaba uno de los primeros puestos en la selecta lista de los mayores y más lujosos megayates a nivel mundial. Superado en la actualidad tras el boom que ha experimentado la construcción de estas embarcaciones desde el año 2000, conserva no obstante su elegancia intemporal. Un diseño obra del ingeniero naval italiano Luigi Sturchio.

Al igual que su nombre, que ha mantenido en honor a Mouna Ayoub, la esposa del magnate saudí Nasser Al-Rashid, quien contrató su construcción en los históricos astilleros alemanes de Blohm&Voss. Aunque en la actualidad, tras su venta por unos 160 millones, pertenece al empresario mexicano Ricardo Salinas.

Con 105 metros de eslora y con un tamaño y velocidad comparables al de un pequeño buque de cruceros, ya que navega a 20 nudos, sus instalaciones para 30 invitados (entre ellos antaño al presidente Bill Clinton, durante sus vacaciones en Formentera) y 60 tripulantes, cuentan con un helipuerto, piscina, disco, jacuzzi, beach club, equipo para deportes náuticos y spa.

Durante la década de los años 90 representó lo más exquisito en el ámbito más exclusivo del sector náutico. Un aspecto que ha mantenido inalterado tanto interna como externamente. Tras su reciente venta ha frecuentado los puertos turísticos de Mónaco, Italia, la Costa Azul, Grecia y la Costa del Sol, de donde procede en esta visita a Mallorca.