De momento, los socialistas, que han mantenido contenida la respiración durante estos cinco días, por fin han respirado aunque a costa de ver cómo su líder no posee la resistencia de aquel famoso manual. Sus rivales políticos acaban de consolidar sus argumentos para criticar al cesarismo populista del presidente del Gobierno, la comedia de su no dimisión, con anuncio al Rey incluido. La no noticia es la noticia.
Estos cinco días han sido, probablemente, el primer error estratégico del presidente del Gobierno, Su declaración no servirá para mucho porque es probable que nada cambie. Sánchez no ha elegida la vía lampedusiana de que todo cambie para que todo permanezca, sino que ha elegido el plebiscito. Ha convertido estos cinco días de reflexión en un plebiscito socialista sobre su continuidad y, obviamente, ha ganado el sí. Seguirá, sí, pero a qué precio. Visto el desenlace en el que nada ha cambiado, nada cambiará, incluida la posición de los partidos de derecha y extrema derecha en su contra.
Pedro Sánchez podría haber afianzado aún más su leyenda, aquella que comenzó precisamente con una dimisión, la marcha del Congreso, para no tener que votar a Mariano Rajoy. La de hoy no habría sido una dimisión; habría sido un martirio que le habría catapultado en el futuro a los cielos europeos como líder completo de la Comisión Europea.
Ya sabemos lo que Sánchez tenía que decir a los españoles, pero tal vez lo más importante de su comparecencia ha sido lo que no ha dicho, pero sí ha insinuado. Ha apelado a la movilización de la calle y ha anunciado un plan de regeneración democrática que no ha concretado, pero que hace pensar en un plan legislativo de cambios profundos, que pueden afectar al Poder Judicial, a los medios de comunicación y quién sabe si al funcionamiento de la propia Justicia. Su mensaje es que hay que acabar con el fango, esa espesa capa de mentiras que se ha instalado en algunos medios de comunicación y que arrastra tras de sí a la política. O viceversa. Si lo consigue, al menos estos cinco días de psicodrama habrán servido para algo.
Sánchez se ha levantado de nuevo, pero en esta ocasión lo hace más débil que en las anteriores. Puede que su gesto sea un revulsivo para los suyos, para un Gobierno paralizado casi desde que tomó posesión, que en ocho meses no ha hecho otra cosa que preparar la ley de amnistía. Su amenaza de dimisión habrá servido para levantar a una militancia de izquierdas desmotivada. Ha activado a los socialistas apelando a la movilización social. Hasta ahora todos los trucos que ha empleado le han funcionado; está por ver si esta también o si es el principio del adiós del presidente.
16 comentarios
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angelt3020Argumentos como el tuyo son los que le dan la razón.
LeiaOtra que ha mordido el anzuelo de Sánchez, se ríe de vosotros y os dejará sin blanca... pero dá penita !!! 🤥
Usted se equívoca en algo muy importante . Hay socialistas que no son sanchistas . Hay socialistas que nos avergonzarnos de lo que es hoy un partido mal llamado PSOE . Me arrepiento en las muchas horas de mi juventud , empleadas en una creencia politica para un bien común. Se beneficien estos que se llaman socialistas . Vergüenza siento . Intensa decepción . Mala sangre me hacéis todos los politicos que arrunais la vida y el futuro de tantos trabajadores de bien .
LeiaExcelente análisis de un momento histórico, realista, independiente. Gracias por meterse en la piel de una mente sin prejuicios.
Tengo curiosidad por las medidas que,según dicen algunos, utilizará para controlar los jueces, la prensa y hasta donde pueda, las redes sociales. Hay que controlar las protestas que vienen y evitar el ascenso de la ultraderecha. Sólo será posible con represión. Pero ojo! Lo que haga, permanecerá para que lo use el gobierno siguiente si cambia de signo (¿se abolió la ley mordaza?).
LeiaLa debilidad de Sánchez es la fortaleza de Puigdemont. Cuanto más débil es uno, más fuerte es el otro. ¡Y es así, se mire como se mire!
MarLe doy toda la razón, a este no nos lo quitamos de encima ni con agua caliente
Fango???? Jajajaja el que expande la izquierda, sin ningún rubor ni vergüenza....pero vayamos a lo esencial. Sánchez no se marcha, porque utilizará todos los medios del estado en su defensa. Y no le costarà ni un céntimo. El poder de la Fiscalia, la capacidad legislativa para confeccionar decretos ley en beneficio propio, el uso de un gigantesco presupuesto, uso de la guardia civil y policía amiga, etc, etc, etc. El idiotismo nacional aplaude con las orejas, una decisión que servirá para brindarle en la impunidad. Ojo con Pegasus, que puede cambiarlo todo...
Muy bien por el sr Sánchez. Basta de usar la justicia en beneficio de fines políticos. Triste espectáculo de esta derecha cansina y barriobajera. No un poco: muchísimo respeto a los ciudadanos y a las libertades. La democracia es de todos, badta de querer usarla y despretigiarla en beneficio de organizaciones sectarias que lo único que desean es un totalitarismo y encima en mi nombre. Basta ya!
LeiaEspero que, por lo menos, se le descuenten de la nómina estos cinco días de 'reflexión' . ¿o no le parece justo sra. Leia? como harían con cualquier asalariado de este país? todos somos iguales ¿no?