La vacunación no es obligatoria, pero sí recomendable. | ARCHIVO

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La tosferina está al alza y está despertando preocupación en la Unión Europea. El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, pone de manifiesto la importancia de la vacunación, aunque precisa que no es obligatoria, e insta a los ciudadanos a ponérsela siguiendo las recomendaciones sanitarias. En el caso de Baleares, la vacuna contra la tosferina suele ponerse en el periodo prenatal, exactamente una dosis a las embarazadas durante las semanas 27-36, preferentemente en las semanas 27 ó 28. «Es posible que esto también brinde protección al bebé durante los primeros meses de vida», señala March.

Aunque es voluntario, los médicos recomiendan vacunar a los niños contra la tosferina y en Baleares se hace en cuatro fases; suele inyectarse junto a las vacunas contra la difteria y el tétanos. Las primera de ellas se suele inyectar a los dos meses; la siguiente, a los cuatro meses; la tercera, a once meses; y a la cuarta, a los seis años. La Conselleria de Salut está estudiando incluir en el calendario de vacunación una dosis de recuerdo a los 14 años, tras una recomendación de la Ponencia de Vacunas. La directora de

March advierte que «los bebés menores de 12 meses de edad que no están vacunados o que no recibieron todas las vacunas recomendadas tienen el mayor riesgo de complicaciones graves y muerte». Además, destaca que «la vacuna contra la tosferina que se recibe en la niñez pierde su efecto a la larga. Esto deja a la mayoría de los adolescentes y adultos expuestos a la infección durante un brote.

Inyecciones de refuerzo

Por ello, el citado especialista insiste en poner inyecciones de refuerzo a los adolescentes. «Debido a que la inmunidad de la vacuna contra la pertusis tiende a disminuir a los 11 años, se recomienda una vacuna de refuerzo a esa edad para proteger contra la tosferina (pertusis), la difteria y el tétanos». En el caso de los adultos, expone que «algunas variedades de la vacuna contra el tétanos y la difteria que se administran cada 10 años también brindan protección contra dicha enfermedad. Esta vacuna también reduce el riesgo de transmitirles la tos ferina a los bebés». A su modo de ver, deben inocularse los adultos que estén en contacto habitual con niños pequeños, es decir,personal de guarderías y escuelas infantiles o profesionales sanitarios con pacientes infantiles; así como las puérperas que no se vacunaron durante el embarazo.

Desde la Conselleria de Salut están estudiando incluir en el calendario de vacunación de Baleares una dosis de refuerzo, ya que así lo ha recomendado la Ponencia de Vacunación. La director general de Salut Pública, Paula Estaban, explica que estos fármacos van perdiendo efectividad entre los 5 y los 10 años, tras su inyección.