Preocupa especialmente el estado de la fachada del edificio. | R.D.

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Varios vecinos del barrio que tuvieron que acudir el pasado 9 de junio como vocales, con motivo de las Elecciones Europeas, han denunciado este periódico las condiciones de la Residencia la Bonanova. Durante la jornada, que duró aproximadamente 12 horas, fueron muchas las quejas que se escucharon entre los citados a las mesas: «Todo eran quejas», señala uno de los vocales que prefiere ocultar su nombre.

Una de las principales críticas fue por el estado de la climatización: «En la cafetería, ni en la sala común, no se podía estar por el calor. No tienen aire acondicionado, únicamente ventiladores que no hacen nada. La situación es de completo abandono, y me comentan que tampoco están climatizadas las habitaciones. Ni en África encuentra algo así de insoportable», denuncia este vecino. Una de las preocupaciones que compartieron entre los vocales fue la situación de los ancianos, no solo por la futura ola de calor que acecha en a las puertas del verano, sino por el estado de la fachada del edificio.

Este vecino asegura que habló con un operario del Consell de Mallorca, al que le preguntó por las preocupantes grietas. «Me dijo que no tienen pensado mejorar el espacio y justificó que la intención de no mejorar de momento grietas es a fin de lograr una suma importante de deficiencias y demoler el edificio», según declara a Ultima Hora.

Sin embargo, fuentes de la institución insular apuntan que el servicio de arquitectura del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) hace revisiones periódicas del estado de las instalaciones de la Bonanova y, según los informes, «no hay peligro para los trabajadores ni usuarios».

A pesar de todo, se puede ver que el estado de la fachada no está en condiciones apropiadas, por ello desde el Consell son conscientes de la situación y aseguran que la intención es «mejorar su estado a través de las obras», como la que sigue en marcha en la planta octava.

Sin duda, la imagen que vieron el domingo los vocales a la mesa electora fue contraria: «Tienen todo destrozado, y escuché a mucha gente que decía lo mismo. Parecía tercermundista».