Un grupo de turistas en el centro de Palma. | Jaume Morey

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La economía de Baleares experimentó un crecimiento del 3 % en el primer trimestre del año, superando con ello las expectativas del tejido empresarial. Así lo indica el informe Evolución Económica de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), publicado en el día de ayer. Una tendencia al alza que revela la excesiva moderación de las previsiones iniciales y que establece ya como gran reto de este año «capitalizar» lo que será «una temporada turística previsiblemente de récord».

De esta manera, el informe destaca que los vientos de cola favorables en el contexto económico global serán determinantes para la evolución de las Islas. De esta manera, según asevera, «se espera que la recuperación de la capacidad de gasto de familias y empresas fortalezca tanto la senda de crecimiento del Archipiélago como de sus principales emisores».

El sector servicios logró cerrar un buen trimestre a lomos de un buen final de campaña navideña y de un inicio anticipado de la temporada turística con una mayoría de la planta hotelera abierta durante la Semana Santa, que cayó en la última semana de marzo. Los buenos datos de empleo son otro indicador del buen comportamiento de la demanda.

Más allá del buen arranque del año en el sector turístico -con una temporada baja especialmente dinámica que registró un 17 % más de turistas que en 2023 y generó un 8 % más de empleo-, la construcción fue el sector que más notó la tendencia a la aceleración: su crecimiento se amplió un 3,3 % (seis décimas más que el trimestre anterior).

Por islas, Ibiza y Formentera fueron las que aprovecharon mejor el impulso de estos sectores, colocándose con ello por encima de Mallorca en cuanto a ritmo de crecimiento. Menorca, por contra, fue la única isla «ajena a la aceleración general», ya que mostró un leve descenso frente al trimestre anterior.

«Casi todo bien, menos la geopolítica», es una de las conclusiones del informe, cuyo comentario deja a cargo de la presidenta de CAEB, Carmen Planas. En este análisis, señala varios focos de incertidumbre, especialmente los relacionados con conflictos iniciados o en estado latente como los de Rusia-Ucrania o China-Taiwan.

Asimismo, otro factor que preocupa es la resistencia de los precios a consolidar una evolución a la baja en los próximos meses -lo que el informe denomina como «última milla en la lucha contra la inflación»-, ya que puede suponer un impacto decisivo en la capacidad de gasto de los consumidores.

Los últimos datos del Índice de Precios al Consumo (IPC), en ese sentido, muestran un nuevo repunte tanto a nivel estatal como autonómico en el mes de mayo, aunque especialmente intenso en Baleares.