Imagen de la intervención del director insular de Turismo del Consell, Pedro Mas, durante el I Congreso de Turismo de la Sociedad Civil celebrado este miércoles en Palma. | Jaume Morey

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«Todos los que estamos aquí sentados recibimos cada año, sobre todo cada verano, a familiares y amigos en nuestra casa», ha señalado Pedro Mas, director insular de Turisme en relación con las molestias por los turistas y las troleys entrando y saliendo de las viviendas en los barrios de Palma y otros municipios.

Mas ha formado parte de la mesa de debate celebrada esta mañana en el marco del I Congrés de Turisme de la Societat Civil. Una mesa completada por la presidenta de la FEHM, María Frontera; la portavoz del GOB y del Fòrum de la Societat Civil, Margalida Ramis; la gerente de la patronal del alquiler turístico, HABTUR, Maria Gibert; y el secretario general de CCOO en Baleares, José Luis García, todos ellos moderados por la periodista Maria Llull.

Las palabras de Mas han sido acogidas con un murmullo de desaprobación por parte del auditorio, ante lo cual ha optado por reconducir su discurso refiriéndose al trabajo de inspección de la oferta legal e ilegal del alquiler turístico que lleva a cabo este verano el Consell. Además, ha reconocido que «ahora mismo ya no nos sentimos visitados, sino invadidos».

Por su parte, Margalida Ramis, portavoz del GOB y representante del Fòrum de la Societat Civil, ha señalado que «uno de los indicadores más fiables» sobre la saturación que padecen las Islas «es el malestar en las calles».

Ramis ha hecho esta aseveración en respuesta a la presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, que reclamaba la recopilación de «indicadores y datos rigurosos» antes de abordar posibles soluciones al problema de la saturación. Asimismo, Ramis se ha referido a la supuesta «falta de gestión» durante todos estos años que la portavoz hotelera ha achacado a la clase política y que ha señalado como parte del problema.

«No se ha gestionado mal, se ha gestionado con una intencionalidad muy clara para hacer de Baleares un laboratorio de experiencias turísticas: cuando se ha agotado el sol y la playa nos hemos inventado el turismo gastronómico o el turismo espiritual en Lluc». Para Ramis, «la inventiva solo ha tenido lugar en las estrategias de diversificación turística».

Por otro lado, Frontera, ha instado a «hacer un cambio de chip» en relación al uso del vehículo privado como un paso inevitable en la lucha contra la saturación, concretamente, en el plano de la congestión en las carreteras. «Tenemos que hacer un replanteamiento».

Así, ha reclamado que «necesitamos facilitar más frecuencias y más líneas para que haya menos coches por el mundo», y ha interpelado al conjunto de la ciudadanía para involucrarse también en este cambio de mentalidad. «Aquí en Baleares hay prácticamente un coche por habitante. Es que somos nosotros los que también tenemos que hacer un cambio de chip importantísimo: no es un tema solo económico y de las empresas y de las políticas públicas, nosotros mismos también tenemos que hacer este cambio», ha aseverado.

Gibert, por su parte, ha señalado que «las alternativas para explorar el monocultivo turístico no se han explorado hasta ahora», y se ha mostrado partidaria de «hacer un esfuerzo por decrecer». No obstante, ha matizado que ese decrecimiento «debería ser equitativo para todos y hace tiempo que solo recae en un segmento alojativo que es el del alquiler vacacional».

Desde CCOO, García se ha centrado en la necesidad de dar más y mejor formación a los trabajadores de un sector que apuesta por cobrar más por su producto. En este contexto, «las subidas salariales son una prioridad para que se pueda dar esta transformación».