La presidenta de la Fundació Deixalles, Llúcia Forteza, y la directora, Francesca Martí.

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La Fundació Deixalles atendió durante 2023 a un total de 1.524 personas en sus diferentes programas sociolaborales, según destacaron ayer en la presentación de la memoria anual. Una de las líneas de actuación más importantes es el proyecto de itinerarios prelaborales, en el que participaron 180 personas con baja empleabilidad. De estos, un 32 % consiguió con éxito la inserción laboral. En este servicio, además, el 93 % mejoraron sus habilidades sociales, un 62 % de los participantes eran mujeres y el 43 % eran mayores de 45 años.

Así lo ha destacado este miércoles por mañana la presidenta de la entidad, Llúcia Forteza, y la directora, Francesca Martí, que han mencionado que los colectivos más atendidos en este proyecto de itinerarios prelaborales son las personas en situación irregular administrativa, personas en exclusión social y las desocupadas más mayores.

En cuanto al proyecto de formación, se atendió a un total de 85 usuarios vulnerables a través de varias líneas de formación, como la de operario de selección de residuos u hostelería. Además, el proyecto cuenta con una línea dedicada a la garantía juvenil ofreciendo una formación dual, que se desarrolla tanto en Palma como en Manacor. Aquí participaron el año pasado 23 alumnos.

Respecto al proyecto de orientación laboral, el equipo ayudó a 1.066 personas. De estas, un 40 % consiguió la inserción laboral. Desde Deixalles destacaron que el 71 % de estos participantes fueron mujeres en situación de exclusión sociolaboral. Y del total de ellas, casi la mitad eran mayores de 45 años.

La presidenta de la entidad ha recalcado que, en colectivos desfavorecidos, «es importante la implicación del sector empresarial para generar ocupación». Por ello, se visitaron 173 empresas de las que se firmaron 73 convenios de colaboración.


Contratos


Un total de 132 personas consiguieron un contrato laboral a través de las dos empresas de inserción que colaboran con la entidad. Es un 15,8 % más en relación al ejercicio de 2022. Las empresas que contratan personas en situación de vulnerabilidad «generan un retorno económico a la Administración», y, de esta forma, ahorran un gasto social. En 2023, generaron un retorno económico de 946.893 euros, en concepto de personas que dejaron de cobrar la Renta Mínima de Inserción, entre otras ayudas.