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De película. El FBI ofrece una recompensa de un millón de dólares a cualquier persona que tenga información sobre Vladislav Osipov, un ciudadano de doble nacionalidad suiza y rusa, que se baraja que esté en Mallorca. Le acusan de ayudar al oligarca ruso Viktor Vekselberg a ocultar su yate de lujo 'Tango' (valorado en 90 millones) de las sanciones estadounidenses tras la invasión de Rusia a Crimea en 2014.

«Tiene lazos o puede visitar Mallorca», avisa la policía federal de EEUU. También en Suiza o en Rusia. Se le atribuyen delitos de fraude bancario, blanqueo de dinero y conspiración para defraudar a Estados Unidos. De lo poco que se sabe de Osipov, de 52 años, es que es desde hace muchos años mano derecha del oligarca ruso Viktor Vekselberg, uno de los oligarcas más ricos e importantes del país, muy cercano al presidente Vladimir Putin. Vekselberg reside desde hace años en Suiza, donde ha establecido sus negocios, que van desde las materias primas hasta negocios inmobiliarios. Del mismo modo que el oligarca, Osipov también adquirió la nacionalidad suiza.

El oligarca ruso Viktor Vekselberg, en una imagen de Reuters.
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Estados Unidos le acusa de haber ayudado a tramar toda una estructura empresarial para ocultar que el oligarca era dueño del 'Tango' y de otras de sus propiedades, y que así no quedasen bloqueadas por el primer paquete de sanciones que se le impuso a Rusia tras la invasión de Crimea en 2014 y la posterior guerra en Ucrania. Era miembro del consejo de administración de una gran empresa inmobiliaria de Zúrich y, según el registro mercantil consultado por la Radiotelevisión suiza de lengua italiana, una sociedad financiera a su nombre sigue activa. Está registrada en la ciudad de Herrliberg, donde también le buscan los investigadores estadounidenses.

Los periodistas suizos del diario digital Swissinfo se desplazaron hasta esta localidad, tras la busca del colaborador del gran oligarca ruso. Visitaron el lugar donde figuraba estar la única empresa de la que se tenía constancia oficial de su actual participación, pero se encontraron un edificio vacío de nueva construcción, sin rastro de ninguna oficina. Los vecinos, preguntados, tampoco supieron dar datos de Vladislav Osipov.