Residentes y turistas pasean por el centro de Palma. | Jaume Morey

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Baleares gana población gracias a la llegada de migrantes desde el extranjero y la mayor parte de los nuevos residentes proceden de Colombia, Marruecos e Italia. Son las tres nacionalidades preferentes que recalan en las Islas, lo que está provocando un cambio cada vez más intenso en el listado de principales nacionalidades que residen en la Isla. Los marroquíes desplazaron hace años a los alemanes como primera nacionalidad en la Comunitat y ahora son los italianos los que van ganando posiciones.

Según la estadística publicada esta semana por el Instituto Nacional de Estadística, en los seis primeros meses del año han llegado a Baleares 6.400 colombianos, 2.110 italianos y 2.100 marroquíes. El INE no ofrece datos de las migraciones de Baleares a otros destinos, por lo que hay que tener en cuenta que a esta cifra de los que llegan hay que restar a los que se van y esos datos no los ofrece el Instituto Nacional de Estadística. En cualquier caso, queda constatado que el 91 % de los nuevos residentes que ha ganado el archipiélago este año es extranjero, un porcentaje que, en el caso de Mallorca, sube hasta el 98 %.

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Otro significativo dato que recoge la estadística del INE tiene que ver con la cierta contención en la llegada de inmigrantes. La cifra sigue siendo positiva y en los primeros meses del año han llegado a las Islas más de 6.000 nuevos residentes, lo que supone que a finales de año la población de las Islas habrá aumentado en 12.000 personas a final de año. La realidad del gran aumento de población que ha sufrido Baleares en los últimos años está en la inmigración y no en los nuevos nacimientos. Parte del problema demográfico que tienen las islas responde a la gran migración que se produjo en los primeros años del milenio.

Entre enero de 2002 y enero de 2019, es decir, en menos de una década, la población de las Islas aumentó en 225.034 habitantes. Significa eso que, en menos de 10 años se produjo una explosión demográfica de más de un 26 %. Durante ese periodo llegaban a las islas más de 20.000 inmigrantes al año y el pico máximo de aumento de la población fue de 38.280 nuevos residentes en el año 2002.

Esa llegada masiva se frenó en seco cuando estalló la crisis y aquellos 38.280 nuevos residentes llegaron a reducirse a apenas 1.486 en el año 2013, con la crisis financiera en su máxima expresión. Durante esa época no solo se redujo la llegada de inmigrantes y se contuvieron los nacimientos; Baleares estuvo a punto de perder población debido a que muchos de esos migrantes que llegaron a la llamada del boom económico volvieron a sus países cuando cayó la economía y, con ella, el empleo y los puestos de trabajo.